La doble vida del creyente

Mateo 14:13-14  Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades. 

Mateo 14:23  Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. 

¿Combinamos nosotros, igual que Él, los dos grandes elementos del carácter humano? ¿Están nuestros DEBERES PÚBLICOS, las preocupaciones, los negocios, y las distracciones del mundo modificados y santificados por un ANDAR SECRETO con Dios? 

Si el mundo nos siguiera cuando nos apartamos de sus calles bulliciosas ¿Nos encontraría al lado de nuestros altares de familia y ocupados en nuestras devociones?.

Acción y meditación son los dos componentes del cristiano vivir, y el carácter religioso alcanza su perfección cuando en él residen ambos en unidad y armonía.

Macduff

Cuando estudiamos la vida ministerial de Jesús saltan a la vista dos elementos de su carácter: su vida privada y su vida pública. Jesús podía haber tenido un día agotador sanando leprosos, haciendo ver a ciegos, liberando gente de demonios, dando de comer a miles, enseñando las cosas del reino, entre otras cosas; sin embargo en medio del duro trabajo de su ministerio terrenal buscaba siempre un lugar a solas, un "lugar desierto y apartado" donde poder orar al Padre, como bien lo ilustra la figura del artículo. 

Eso nos habla que no sólo tiene importancia la acción sino también la meditación, el ministerio sino la oración, el trabajo secular sino el reposo del Señor, el duro estudio sino la lectura de la Palabra. Así Jesucristo nos enseña que si bien es importante estar "haciendo las cosas del Señor" más importante es estar con el Señor de las cosas.

Jesucristo nos ha dejado huella para andar como Él anduvo, justamente el evangelista Mateo narra como Jesús una vez despedida la multitud que le seguía, buscaba estar a solas con Su Padre para intimar con Él, para fortalecer su alma ¿Después de la dura jornada de trabajo o estudios o de Iglesia, es decir después de despedida la multitud de las obligaciones diarias, subes al monte para buscar el rostro de Dios, y estar sólo Él?.

¿Qué hacemos luego que termina la jornada de trabajo o del estudio? ¿Cuáles son tus prioridades en la vida? ¿Llevas una doble vida como creyente o caminas por la vida por un sólo carril del tren?

No te olvides que una vida sin oración es como un auto sin combustión.   

Que Dios bendiga a ti y tu familia, y que tu casa sea un hogar donde Jesucristo sea el Señor. 

Ps. Félix Jara