EL PACTO DE DIOS

EL PACTO DE DIOS: "El Señor te pastoreará siempre, en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos, y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca se agotan. Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas, los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de muros caídos, restaurador de casas en ruinas" Isaías 58.11-12

domingo, 30 de junio de 2013

A Dios le agrada trabajar con el barro

¡Es muy grato poder escribir después de 3 meses! ¡Que rápido se ha pasado el tiempo! Fueron unas vacaciones casi forzadas pero lo importante es que ya estamos aquí de nuevo. Prometo no volver ha dejarlos abandonados tanto tiempo. 

Bueno el tema de hoy está dedicado a una persona muy especial para mi, el es un gran amigo, un buen compañero de milicia, fue el hombro en el cual me apoye en tiempos duros, es para mi amigo más fiel. Y justamente, él es parte de este blog, está pasando por momentos difíciles, por los cuales todos en algún momento hemos pasado y seguiremos pasando, porque es parte de la escuela de Dios para nuestras vidas. Sin mucho preámbulo vamos la tema.

Siempre me ha causado mucha curiosidad la manera como trabaja el alfarero con el barro. Él moldea con amor el barro que tiene en sus manos. No se apura pues sabe que hay que hacerlo con suma paciencia, ese es el secreto para que el producto final sea perfecto. Incluso antes de que esté hecho ya tiene en su mente como será. Es que tiene un plan perfecto diseñado para su creación: será distinto a todas sus otras obras.

Pero, ¿Qué hace el barro mientras el alfarero empieza a trabajarlo? ¿Cuestiona o se queja de lo que él esta haciendo? ¡No!. El barro se rinde totalmente en las manos del alfarero sabiendo que éste tiene un propósito perfecto en mente:

Jeremías 29:11 "Porque yo sé los planes que tengo para vosotros"--declara el SEÑOR-- "planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza.

Heidi Haufe, de Ontario Canadá, cuenta que en un verano como en esta época realizó un viaje misionero a la República Checa y a Italia. Del equipo misionero con el que viajaba sólo dos eran las únicas canadienses, ella y una amiga. Con mucha pena descubrieron que no podían ingresar a la República Checa por un problema de visas.

Así que se quedaron en casa de unos creyentes italianos por espacio de casi dos semanas, mientras que esperaban que el resto del grupo regresara. 

Heidi narra que en un inicio ella no podía entender por qué estaba ocurriendo eso. Claro, si yo hubiese estado en sus zapatos me preguntaría ¿Por qué Dios permitió que saliera de mi país, juntara el dinero, y todo lo mas, para que luego ¡no me dejaran entrar al objetivo por el cual iba... a hacer una obra misionera!? ¿Por qué Dios permitía esto?. Dice ella que quería con todo su corazón estar en la República Checa ministrando con todo el equipo misionero. Y a diferencia del barro, empezó a cuestionar al alfarero.

Sin embargo, cuenta que en esas dos semanas aprendió algo muy valioso. Que Dios sabe lo  que mejor para ella, y que Él podía convertir lo que vería como una situación negativa, en algo absolutamente maravilloso:

Romanos 8:28 Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito.

Al final esas semanas, para ella fueron la parte más gratificante de todo el viaje. Heidi escribió el siguiente testimonio: "Me alegro mucho de que Dios no me dé justo lo que quiero para que lo deje en paz por un tiempo. Es muy bueno saber que mi alfarero me ama, y que SIEMPRE SABE LO QUE ES MEJOR PARA MÍ. ¿Y tú? ¿Estás pasando por una situación difícil? Confía en Dios. Él sabe lo que hace".

(*) Tomado y adaptado de Nuestro Andar Diario, volumen 2, Heidi Haude, Canadá. 

Si estás pasando por algo parecido como le sucedió a Heidi, recuerda que tú eres barro en manos del Gran Alfarero. Él sabe lo que te conviene, y en base a eso, trabaja en tu vida, sólo ten paciencia, y recuerda que está trabajando en ti con mucho amor y extremo cuidado. A

Abandónate en Sus manos, pues Dios hará de ti un hermoso vaso al cual usará para Su Gloria, nunca lo olvides. Recuerda que cuando Dios quiere hacer de un hombre algo especial, lo dobla pero no lo rompe, ¡sí Dios sabe lo que hace!. 

Jeremías 18:1-6 "Palabra que vino a Jeremías de parte del SEÑOR, diciendo:Levántate y desciende a la casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Entonces descendí a casa del alfarero, y he aquí, estaba allí haciendo un trabajo sobre la rueda. Y la vasija de barro que estaba haciendo se echó a perder en la mano del alfarero; así que volvió a hacer de ella otra vasija, según le pareció mejor al alfarero hacerla. Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: ¿No puedo yo hacer con vosotros, casa de Israel, lo mismo que hace este alfarero?--declara el SEÑOR. He aquí, como el barro en manos del alfarero, así sois vosotros en mi mano, casa de Israel" 

Que Dios te bendiga y te conceda todas las peticiones de tu corazón.

Félix Jara