EL PACTO DE DIOS

EL PACTO DE DIOS: "El Señor te pastoreará siempre, en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos, y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca se agotan. Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas, los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de muros caídos, restaurador de casas en ruinas" Isaías 58.11-12

jueves, 2 de enero de 2014

Celebrando el año nuevo de manera diferente

Las campanas del reloj dieron las 12 de la medianoche indicando que un año terminaba y un nuevo año veía la luz.

Mucha gente salíó a las calles con una maleta en el brazo (me imagino vacía, pues no puedo comprender como corrían sin esfuerzo alguno), otros se disponían a comer las tradicionales doce uvas, otros llevaban puesta ropa interior amarilla, otros ponían en su calzado un billete (disque para atraer prosperidad económica), otros comían lentejas (según la creencia para lo mismo), entre tantas otras prácticas relacionadas a conseguir un año nuevo de salud, dinero y amor, como dice la canción.

Pocos fueron aquellos que se apartaron, y buscaron un lugar para dar GRACIAS A DIOS, reconociendo que Él como AUTOR Y SUSTENTADOR DE LA VIDA, les había concedido un año más de vida con salud física, familia, y muchas otras bendiciones; todo esto como una señal de gratitud.

Sin embargo, nos cuentan que en una iglesia todos los años los creyentes se reúnen el 31 de diciembre, y celebran un Culto de Santa Cena, y entre otras cosas, elevan juntos la siguiente oración:

Padre, te damos este año que acaba de pasar. Te entregamos nuestros fracasos, pesares y desilusiones porque no podemos hacer nada más con ellos. Haznos ahora un pueblo nuevo, olvidando lo que queda atrás y prosiguiendo a lo que tenemos por delante.
Te entregamos todas nuestras esperanzas y sueños para el futuro. Purifícalos por tu Espíritu para que nuestras voluntades reflejen de verdad tu voluntad para nosotros.
Ahora que estamos en el umbral de otro año, aliéntanos con nuestros éxitos pasados, desafíanos por el poder de tu Palabra, y guíanos por la presencia de tu Santo Espíritu.

¿Y tú elevaste una oración a Aquel que te concedió un año más de vida? ¿O hiciste lo que comúnmente todos hacen?


Bueno, por eso es importante reconocer que estos primeros días de Enero son un tiempo de transición en el cual debemos de mirar para los dos lados, es decir mirar el futuro, pero también no dejar de mirar el pasado, como el cuadro de Tiziano denominado "Alegoria de la Prudencia".

Recordemos a Josué quien asumió el liderazgo de Israel en un momento difícil y de transición. Si analizamos observaremos que Dios antes de darle la responsabilidad de dirigir al pueblo y conquistar Canaán le dijo que tuviera en cuenta EL PASADO Y EL FUTURO:

APRENDIENDO DEL PASADO:

Josué 1:2  Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.

PROMESA PARA EL FUTURO:

Y luego le dio una promesa:

Josué 1:5  Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.
Josué 1:9  Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

Por ello en este mes de transición, si es que aún no lo has hecho, deberías de elevar una oración al Dios de toda carne en gratitud por haberte permitido ver el umbral de un nuevo año, y con confianza en Él para mirar atrás y hacia adelante, para luego entrar osadamente y con fe a un nuevo año ¡para conquistar la Canaán que Dios te ha prometido!

Que en este nuevo año Dios derrame bendiciones a ti y tu familia. Y no olvides de enseñar a tus hijos a tener gratitud por la vida y por todo lo que Dios les da, así estarás dejando la mejor herencia espiritual para ellos. Recuerda que una de las cosas que más sorprende a Dios es la ingratitud del hombre ante las maravillas y bendiciones que Él le concede cada día.

Luc 17:15  Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, 
Luc 17:16  y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. 
Luc 17:17  Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? 
Luc 17:18  ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? 
Luc 17:19  Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado. 

Mira, sólo un hombre regresó a darle gracias al Señor por la sanidad que Él había dado, demostrando gratitud por el favor recibido. Así que no seas ingrato ni ingrata.

Que Dios bendiga a ti y familia en este Nuevo Año, y que tu comunión con Él sea cada día, cultiva la intimidad con Él! 

Ps. Félix y Eli Jara

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