EL PACTO DE DIOS

EL PACTO DE DIOS: "El Señor te pastoreará siempre, en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos, y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca se agotan. Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas, los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de muros caídos, restaurador de casas en ruinas" Isaías 58.11-12

martes, 7 de octubre de 2014

Padres Presentes vs. Padres Ausentes. ¿Un buen ejemplo?

Años atrás tuvimos la oportunidad de escuchar en uno de los programas radiales del Dr. Dobson "Enfoque a la Familia" un poema muy triste, en verdad nos llegó al corazón.

Es la historia de un padre que por su trabajo nunca tuvo tiempo para dedicarle a su hijo. Siempre era el trabajo la pared que se interponía entre el padre y el hijo. 



El final de toda la historia es profundamente doloroso y aleccionador para todo padre que cree que tiene el tiempo controlado, sin embargo no se da cuenta que cuando menos lo pensamos ya los hijos han crecido, y ya no hay más para disfrutar de su niñez y ser amigos de ellos.



El autor del poema, aunque parezca paradójico fue una mujer de nombre Sandra Chapin, cuya letra se transformó luego en canción. El título del poema es  "Cat's in the Cradle" (Gatos en la Cuna):


Anoche nació mi hijo, vino al mundo de la forma habitual.
Pero habían muchos aviones que tomar,
y muchas cuentas que pagar, 
así que estando yo afuera aprendió a caminar.

Antes que lo pudiera conocer mi hijo comenzó a hablar.

Y mientras él crecía decía:
"voy a ser como tú, papá voy a ser como tú".

Y el gato está en la cuna y la cuchara de plata, 

El niño triste y el hombre en la luna...

¿Cuándo vendrás a casa papá?

Hijo, no sé cuando pero estaremos juntos,
ya verás que lo pasaremos bien entonces.

Bien, mi hijo cumplió 10 años el otro día.

Dijo: "Gracias papá por la pelota ¿puedes enseñarme  patear?"
Le dije, "hoy no puedo tengo mucho trabajo que hacer".
Y contestó: "Está bien y se fue, y sonriendo dijo:
"¿Sabes? voy a ser como tú, yo seré como tú!".

Y el gato está en la cuna y la cuchara de plata, 

El niño triste y el hombre en la luna...

¿Cuándo vendrás a casa papá?

Hijo, no sé cuando pero estaremos juntos,
ya verás que lo pasaremos bien entonces.

Bueno, mi hijo volvió de la facultad el otro día.

¡Casi hecho un hombre, dicho sea de paso!
"Estoy orgulloso de ti, le dije: ¿Puedes sentarte un rato?
"En verdad lo que quiero papá 
es que me prestes las llaves del auto,
luego te veo, me las das por favor?"

Y el gato está en la cuna y la cuchara de plata, 

El niño triste y el hombre en la luna...

¿Cuándo vendrás a casa hijo?

Papi, no sé cuando pero estaremos juntos,
ya verás que lo pasaremos bien entonces.

Hace tiempo que me jubilé

y mi hijo ya se casó y se fue de casa.
Lo llamé justo el otro día y le dije:
"Me gustaría verte hijo ¿Cuándo vendrás a casa"?
Me dijo: "Me encantaría si tuviera tiempo,
sabes que mi trabajo es un lío y el niño tiene gripe...
Pero ha sido muy agradable hablar contigo
papá ya tendremos tiempo de estar juntos
y la pasaremos bien entonces".

Mientras colgaba el teléfono, pensé:

El creció igual que yo...
¡Mi hijo era igual que yo!

Y el gato está en la cuna y la cuchara de plata, 

El niño triste y el hombre en la luna...

¿Cuándo vendrás a casa hijo?

Papá, no sé cuando pero estaremos juntos,
ya verás que lo pasaremos bien entonces.


¿Cuántos padres al leer este poema se pueden identificar con el padre de la historia? Para nosotros consideramos que son muchos. 


El problema es que para muchos hombres de familia existe un error casi generalizado: el creer que se debe de ser padres proveedores de dinero, dejando de ser lo más importante: PADRES PRESENTES, a favor de una realidad que daña el hogar: el ser PADRES AUSENTES.



Por ahí escuchamos una frase que da motivo para pensar: "Padres ausentes crean hijos vacíos". 


Los hijos necesitan de la presencia del padre, no de un retrato ni del dinero que pudiera generar éste. Aquí existe algo muy importante que todo hombre debe de reconocer: es el tema de la mayordomía. 


Mayordomía en el sentido de reconocer que la familia, el tiempo, el trabajo, y todo lo que tenemos es sólo prestado, Dios nos los ha dado para que sepamos administrarlos con suma sabiduría.



Es tal la importancia del padre en el hogar, como sacerdote, educador e instructor que Dios mismo le encargó a los padres que dedicaran tiempo a permanecer con los hijos... ¡cuidado y esto no sólo es dar calidad de tiempo! como algunos tienen por costumbre argumentar siendo una pobre y débil excusa que cualquier hombre pudiera dar disfrazada de egoísmo e irresponsabilidad.


Mira lo que dice:



Deuteronomio 6:5- 9 Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y diligentemente las ENSEÑÁRAS A TUS HIJOS, y HABLARÁS de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Y las ATARÁS como una señal a tu mano, y serán por insignias entre tus ojos. Y las ESCRIBIRÁS en los postes de tu casa y en tus puertas.


No es nuestra intención hoy hacer una exégesis bíblica al respecto, ya lo haremos en otra oportunidad, pero sí queremos dejar en claro que Dios nos pide como padres de familia respecto a Su Palabra con nuestros hijos tres (3) cosas: 



Enseñarla, comunicarla y tenerla siempre presente en la vida "las atarás como señal en tu mano, y serán por insignias entre tus ojos. Y las esribirás en los postes de tu casa y en tus puertas".



Sin embargo, para poder hacer esas tres cosas hay un elemento importante del cual debemos como padres y cabeza de familia de reconocer: LA NECESIDAD DE DISPOSICIÓN DE TIEMPO para poder hacerlo.


¿Cómo estás de tiempo para tus hijos? ¿Tienes en tu agenda un tiempo separado única y exclusivamente para ellos? ¿o tu dios trabajo y dinero te lo impiden? 



Recuerda que el tiempo pasa rápido y cuando menos nos damos cuenta nuestros hijos ya están grandes y ya no se puede volver atrás... cuidado y esto no te lo decimos por ciencia sino por experiencia.


Algún día cuando te encuentres ante la misma Presencia de Dios se te demandará que hiciste con aquello que Él te encargó: el cuidado de tu familia. No pierdas más el tiempo, aún puedes recuperarlo.



Que el Dios de toda carne bendiga a ti y familia   

Ps. Félix y Elizabeth Jara
SEMBRANDO VIDA EN LA FAMILIA

3 comentarios:

Gabtiela lopez dijo...

Muy cierto estoy de acuerdo al 100%. Se lo voy a leer a el papa de mis hijos aver si capta algo.

Gabtiela lopez dijo...

Estoy de acuerdo 100%. Se lo voy a leer al papa de mis hijos aver si capta algo.

Gabtiela lopez dijo...

Muy cierto estoy de acuerdo al 100%. Se lo voy a leer a el papa de mis hijos aver si capta algo.