EL PACTO DE DIOS

EL PACTO DE DIOS: "El Señor te pastoreará siempre, en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos, y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca se agotan. Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas, los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de muros caídos, restaurador de casas en ruinas" Isaías 58.11-12

jueves, 29 de septiembre de 2011

Rosh Hashaná en Israel - Año Nuevo 5772


Hoy 29 de setiembre el pueblo judío de todo el mundo, religiosos y seculares, entre ellos los seis millones que viven en Israel, celebra el Rosh Hashaná o Año Nuevo que, de acuerdo con el calendario hebreo, es el 5772 desde la creación del mundo.


Esta festividad durará dos días, y cuya observancia se encuentra registrada en el libro de Levítico, ya se inició al atardecer de ayer y concluirá al anochecer de mañana viernes. Se caracteriza por la degustación de alimentos dulces, símbolo de los buenos deseos para el año entrante, y el sonido del Shofar, uno de los instrumentos más antiguos de la Humanidad, hecho con un cuerno retorcido, generalmente de carnero, que se acostumbra tocar después de los rezos matutinos.


El Rosh Hashaná comienza a celebrarse la víspera del inicio del mes hebreo de Tishrei, según una antigua tradición en la que la fecha era anunciada desde Jerusalén a todas las comunidades por medio de hogueras. Una tradición ordotoxa señala que debe de acudirse hoy a las fuentes de agua -ya sean mares, ríos o manantiales- para leer versículos y oraciones y, al mismo tiempo, arrojar trozos de pan como una manera de deshacerse simbólicamente de "los pecados e inmoralidades" del año que ha terminado.



La conmemoración del Rosh Hashaná supone el comienzo de una serie de días, los Yamim Noraim, o diez "jornadas terribles", que son las que transcurren entre el Año Nuevo y el Yom Kipur, el más solemne del calendario hebreo, de máxima expiación y en el que Dios, dice la tradición, decide quiénes serán inscritos en el Libro de la Vida.


En la semana y media de reflexión espiritual, es costumbre escuchar a los judíos religiosos saludarse con la bendición "Gmar hatimá tová", con la que se desea al prójimo una buena inscripción en el libro divino. El Rosh Hashaná "es una mezcla (de alegría y solemnidad); no es sólo un día en el que untamos manzana en miel para que tengamos un año dulce", explica Moshé, estudiante estadounidense que se encuentra en Israel para cursar un seminario rabínico durante un año. Es, además, "un día de reflexión interna" sobre los actos del año anterior, "un día de esperanza".


Mucha gente hace en los últimos días un examen de conciencia o "jeshbón nefesh" y pide perdón a aquellos amigos y familiares a los que creen haber dañado en 5771. "Es un momento en el que pienso sobre mi vida, y en el que decido qué es lo que quiero cambiar para el año siguiente", apunta Naamá, una joven instrumentista de 30 años.


La festividad suele venir acompañada de largas horas de oraciones en las sinagogas, en las que los fieles más ortodoxos buscan la expiación de sus pecados ante Dios, aunque hayan sido cometidos o no con intención. Los Salmos 30, 118, 136 y 67 son algunas de las lecturas.


No obstante, para los israelíes seculares se inicia un período vacacional parecido a las Navidades en los países de tradición cristiana, en el que suelen enlazar varias festividades hasta la última de las conmemoraciones de la temporada, Sucot o Fiesta de los Tabernáculos, que este año cae entre el 12 y el 19 octubre.


Desde hace ya años, para reforzar la seguridad, el Ejército israelí cierra los pasos fronterizos con Gaza y Cisjordania con motivo de éstas y otras fiestas, medida que en esta ocasión entró en vigor a la medianoche de ayer y que durará hasta este domingo al amanecer. El cierre se hará efectivo otra vez en el Yom Kipur o Día del Perdón, el 7 y 8 de octubre, y durante los ocho días de la Fiesta de los Tabernáculos. 


Con ocasión de las festividades del pueblo judío, la Oficina Central de Estadísticas de Israel dio a conocer datos de población del Estado judío los cuales muestran elevadas tasas de crecimiento en la población. La OCE informó que se encuentran cerca de 7.797.400 residentes: 5.874.300 judíos, 1.600.000 árabes y aproximadamente 323.000 definidos como otros.

¡¡¡SHALOM YERUSHALAYIM… EL SEÑOR SEA CONTIGO!!!


lunes, 26 de septiembre de 2011

La Bendición Familiar

Todavía recuerdo la escena vívidamente. Era una fragante noche de enero en San Juan, Puerto Rico, hace dieciocho años. Los ruidos nocturnos de la calle entraban por las ventanas abiertas de par en par de la habitación de mi hijito, Carlton, que se encontraba profundamente dormido.

No recuerdo cuánto tiempo permanecí allí sentado aquella noche, pensando en el tesoro que era este hijo para nosotros. Tantas veces antes que Carlton naciera había observado a otros padres cargando a sus hijos sobre los hombros o llevándolos de la mano, y había deseado que ese día llegara para mí. Ahora que tenía un hijo casi tres años, deseaba fervientemente ser un buen padre para él.

Carlton ni siquiera se movió cuando me senté al borde de su cama. Al inclinarme sobre su pequeño cuerpecito, pensé: Señor Jesús, tú nos mostraste cuánto te importaban estos pequeños cuando los tomaste en tus brazos y los bendijiste. Ahora yo deseo hacer lo mismo con mi hijo. Toma esta bendición y utilízala para tu gloria. Luego le puse suavemente la mano sobre la cabeza y le susurré al oído una bendición que había escuchado tantas veces en la iglesia, agregándole su nombre:
  
El Señor te bendiga, Carlton, y te guarde.
El Señor haga resplandecer su rostro sobre ti,
y tenga de ti misericordia.
El Señor alce sobre ti Su rostro,
y ponga en ti paz.
En el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo. Amén.

Aquella fue la primera noche en que di una bendición a mi hijo. Esta idea era nueva para mí en aquel momento, y no comprendía cabalmente de que se trataba. Pero luego de hablar con otro padre cristiano que bendecía a sus hijos cada noche, me convencí de que esta sencilla práctica podría transformar la vida de nuestros hijos.

UNA BENDICION PRENATAL

Luego de haber bendecido a Carlton aquella noche, mi esposa Mary y yo conversamos acerca de lo que había sucedido y estuvimos de acuerdo en comprometernos a realizar esta práctica todas las noches cuando lo acostáramos a dormir.

En ese tiempo a Mary le faltaban tres meses para dar a luz a nuestro segundo hijo. Mientras conversábamos, me di cuenta de algo. Aquella noche no habíamos terminado con nuestra tarea de bendición. Ya teníamos dos hijos ¿Porqué no comenzar a bendecirlos a ambos? Entonces extendí la mano, la puse sobre el vientre de Mary, y dije: "Señor, no tengo idea de qué es lo que tienes aquí para nosotros, pero te entrego este regalo". Luego, hablándole a aquel bebé que todavía no había nacido, con la mano sobre el vientre de Mary, le dije: "El Señor te bendiga, pecioso bebé, y te guarde...".

El 23 de abril de 1972, Lisa Faith Garborg entró a este mundo con "una sonrisa" en el rostro, y todavía no ha cesado de sonreír. Sin lugar a dudas, una de las razones de su gozo es que todos los días recibió una bendición de sus padres (tanto de sus padres terrenales como de su Padre celestial) aun antes de nacer.

Carlton y Lisa tienen ahora 21 y 18 años respectivamente, y sorprendentemente, ambos siguen telefoneando cada día a casa, no solamente para saber cómo están papá y mamá, sino también para recibir su bendición diaria (¡Pueden imaginarse cuán agradecido estoy de que sus universidades estén en nuestra localidad, para que no tengan que hacer llamadas de larga distancia!)

El deseo de mis hijos de continuar recibiendo nuestra bendición cada día, no es mas que un indicativo del impacto que dicha bendición ha producido en sus vidas. Tal vez nunca sepa cabalmente cuán grande ha sido este impacto. Pero hay algo que no se puede negar: La bendición familiar es mucho mas que un ritual a la hora de irse a dormir. Al analizar ahora el significado de la bendición desde el punto de vista bíblico, comenzaremos a descubrir porque se puede convertir en una parte tan significativa de la vida familiar diaria. (*)

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Para nosotros, como cuerpo pastoral de Sembrando Vida en la Familia, al respecto queremos hacer una breve reflexión. Es muy importante que nosotros, como padres, bendigamos cada día a nuestros hijos.

OJO, la bendición de la familia, debe de darla EL PADRE DE FAMILIA, no el pastor, más bien, es el pastor quien tiene la obligación de enseñar a los padres de la congregación, y desde el púlpito, a bendecir diariamente a sus hijos.

Lamentablemente es una práctica que no es común en las familias, creyentes y no creyentes, religiosas y no religiosas, quizás porque nuestros padres no lo hicieron con nosotros cuando niños -entonces no hemos tenido ejemplo- y también, valgan verdades, porque muy poco se enseña en nuestras iglesias.

¿Cuál es la razón? Creemos, que es porque los líderes espirituales -sean éstos pastores, maestros, laicos- están mas preocupados en planes de "reingeniería eclesial" (¡la tecnocracia entró a la iglesia del Señor!), afanados en el aumento de la grey (pero sólo en número mas no en el orden espiritual), ocupados en la búsqueda de nuevas corrientes de iglecrecimiento para tener una mega-iglesia, entre otras cosas.

Esta situación nos desvía del objetivo por el cual el Señor nos puso como pastores sobre Su grey: PASTOREAR A SUS OVEJAS. El problema es que hemos perdido la costumbre a oler a oveja. Nos hemos olvidado de cuidarlas, de llamarlas, de buscarlas, a velar por las familias que Dios ha puesto en nuestras manos. No tenemos CORAZON DE PASTOR.

Nos estamos despreocupando por levantar nuevas generaciones bendecidas, algunos hasta de sólo escuchar que se dice que debemos de conservar la bendición que Dios nos ha dado se incomodan y se enardecen ¿Qué acaso Dios no nos bendice?.

¿Nos olvidamos acaso que la palabra "bendición", y sus derivados, es mencionada 154 veces en la Biblia, muchas de ellas otorgada por Dios? ¿Nos olvidamos acaso que el primero en mencionar el término "bendición" es Dios mismo en el Génesis? ¿Qué no cabe la posibilidad que podemos elegir andar por caminos contrarios a la bendición que hasta Dios mismo tiene que advertir a su pueblo para que no lo haga en Deuteronomio 28?.

¿No está escrito en la Palabra de Dios? ¿Nos hemos olvidado acaso de ello, o no queremos reconocerlo? ¿mucho teologizar, pero poca práctica, todo quedó en la mente... y el corazón?. 

Recordemos lo que dice el Señor, en el libro de Deuteronomio a su pueblo:
Deu 30:19 "A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;..."

Otra razón que percibimos, es que nos estamos dedicando mucho a teologizar, y se quiere  imponer criterios a la grey, sin antes escudriñar bien las Escrituras.

Lamentablemente, a veces la grey acepta a ojos cerrados la opinión del líder, olvidando que la única autoridad es la Palabra de Dios (estamos volviendo al medioevo, a la época del oscurantismo, en donde la interpretación válida y aceptada era sólo de una insitución.

¡Investiguen primero en la Palabra de Dios!. LA VERDAD ABSOLUTA ESTA EN LA BIBLIA Y NO EN EL HOMBRE!. Vale la pena reconocer que en el hombre el error es inherente, hay que aceptarlo, lo demás es soberbia.

Por último, es importante mencionar que esta práctica asumida por el autor del libro tiene sustento bíblico. La cita se encuentra en el libro de Números, capítulo 6, cuando Dios mismo le ordena a Moisés que hable con Aarón y sus hijos y bendigan a los hijos de Israel:

Num 6:22-27: Entonces habló el SEÑOR a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y a sus hijos, y diles: Así bendeciréis a los hijos de Israel. Les diréis:
"El SEÑOR te bendiga y te guarde;
el SEÑOR haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;
el SEÑOR alce sobre ti su rostro, y te dé paz."
Así invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré.

¿Y a quien está ordenando Moíses aquí a que dé la bendción al pueblo? ¿No es a Aarón y a sus hijos, los sacerdotes que Dios mismo levantó para el pueblo?  ¿Y quién actualmente es el sacerdorte del hogar? ¿No es el padre de la familia?.

Otra cosa, la palabra "bendición" en éstos versículos es mencionada tres veces, por DIOS MISMO, dando una orden a los sacerdotes para que bendigan a los hijos de Israel... con sus propios labios.

Así que, desde aquí a los padres de familia les animamos, a que como sacerdotes del hogar, asumamos el rol que nos compete y cumplamos no sólo con satisfacer las necesidades materiales de nuestros hijos; sino también cumplamos con las espirituales, a parte de instruirles en los caminos del Señor cumplamos con bendecir a nuestros hijos -no como un ritual, eso sí no es bueno-, así levantarán nuevas generaciones bendecidas... valga la redundancia.

La palabra "bendición" en éstos versículos es mencionada tres veces, por DIOS MISMO, dando una orden a los sacerdotes para que bendigan a los hijos de Israel... con sus propios labios.

Entonces, está práctica tiene base bíblica... sin rasgarse las vestiduras tampoco. Aquí la 
dejamos... hasta otra oportunidad. Por si acaso, ¡¡esto también es HOMBRIA AL MAXIMO!.

Que el Dios de toda carne bendiga a toda familia.

(*) Este artículo ha sido tomado del libro LA BENDICION FAMILIAR, autor Rolf Garborg, publicado por la EDITORIAL BETANIA.

Publicado por Ps. Félix y Elizabeth Jara
26/09/2011

sábado, 24 de septiembre de 2011

Carta de Marcos al hombre del Siglo XXI

Me llamo Juan, en hebreo mi nombre significa “don de Dios”, aunque algunos en Roma me conocieron como Marcos cuyo significado es “siervo”, y otros me llamaban Juan Marcos mezclando mis dos nombres, recientemente me he enterado que neme conocen como Marcos el evangelista.

 

Yo nací por los años 20 a.C. en Jerusalén. Mi madre se llamó María, y en cuanto a mi padre, él murió cuando yo aún era joven, pero por la gracia de Dios tuve en Simón Pedro, el que lo conocían simplemente como Pedro, a mi padre espiritual pues desde que lo conocí me enseño muchas cosas de Aquel cuyo Nombre es sobre todo nombre.

 

Mi madre y yo gozábamos de una muy buena situación económica, es que mis antepasados eran gente acaudalada, por lo cual teníamos propiedades y hasta sirvientes, una de ellas de repente la conoces, su nombre era Rode… fue la que abrió la puerta de nuestra casa a Pedro, cuando todos estabamos orando por él para que Dios le libere de la cárcel, porque Herodes le había tomado preso, antes de matar a Jacobo. Eramos muy amigos con los apóstoles, pues como lo dije anteriormente, en nuestra casa se reunían para compartir y orar, especialmente en esos tiempos difíciles cuando empezó la persecución de la iglesia.

 

Mi tío era Bernabé, el de Chipre, el cual se hizo muy amigo de Pablo, desde que fue a buscarlo a Tarso, su lugar de origen, para traerlo a Antioquía donde se congregaron allí por un año. Yo conocí a Pablo cuando ellos fueron a Jerusalén a llevar ayuda de la iglesia de Antioquía, pues hubo una gran hambruna y una fuerte necesidad entre los hermanos de Jerusalén. Cuando regresaron a Antioquía me llevaron con ellos. Al poco tiempo, el Espíritu Santo ordenó a la iglesia enviar a mi tío Bernabé y a Pablo a un viaje para predicar las Buenas Nuevas hacia otras ciudades del Asia, y yo los acompañé para ayudarlos en esa labor misionera.

 

Las ciudades que visitamos fueron Salamina y Pafos, en la isla de Chipre, pero cuando llegamos a Perge de Panfilia, en continente asiático, desistí de continuar con el viaje y me aparté de ellos regresando a Jerusalén. Muchos me han preguntado porque tomé esa decisión tan drástica, pero creo que aún no estaba preparado para esa gran empresa. Yo era relativamente joven todavía, y las condiciones difíciles del viaje, el alejamiento del hogar, los retos de ingresar a una nueva cultura fueron demasiadas emociones juntas que me hicieron declinar. 

 

Lamentablemente, esta decisión mas adelante provocó un fuerte desacuerdo entre mi tío y Pablo, pues cuando decidieron realizar un segundo viaje, Bernabé quiso que yo les acompañara, pero Pablo se opuso argumentando que yo me había apartado de ellos en aquella oportunidad.

Esto originó que tomaran diversos rumbos pues Bernabé partió conmigo a Chipre, y Pablo continuó con la obra en Asia acompañado de Silas, quien era un hermano de Jerusalén que había sido enviado por los apóstoles y ancianos para transmitir el sentir de ellos y consolar a la iglesia de Antioquía por cargas que querían poner los “judaizantes” sobre sus hombros respecto a la circuncisión.

Gracias a Dios, después de algunos años este incidente quedó en el olvido, pues estuve con Pablo en Roma acompañándole en su trabajo de predicación del Evangelio llegando a entablar un estrecha amistad con él, siéndole útil para el cumplimiento del trabajo que el Señor le había encomendado… si hasta en una carta le pidió a Timoteo que me llevara a Roma … ¡porque le era útil para el ministerio!

 

¿Sabes?... yo  no conocí a Jesucristo como los apóstoles. En verdad, debo confesarte que me hubiera gustado muchísimo conocerlo personalmente, como ellos, pero es como si lo hubiera sido, pues Pedro me habló mucho de Él.

 


Aún recuerdo su relato de lo que sucedió en el Monte Hermón cuando Pedro, Jacobo y Juan fueron llevados por Jesús ahí, y repentinamente el rostro de Jesús empezó a resplandecer como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la nieve, apareciendo Elías con Moisés, cuando de pronto una nube los cubrió, y una voz les dijo: “Este es mi Hijo amado, a Él oíd”… ¡te imaginas haber sido testigo presencial de la Gloria de Jesús!... ¡qué privilegio el de ellos!... no te parece?... ¡poder ver a Jesús en Su gloria conversando con Elías y Moisés!... debe de haber sido una experiencia inolvidable.

 

Sí, el carpintero de Nazaret, era el siervo que Dios había enviado para morir por nosotros, El vino a dar su vida en rescate por muchos, era el Salvador que había enviado al mundo, pero también era Dios hecho hombre.


Ps. Félix Jara

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Liberados en Uganda

Al acabar su misión, dos evangelistas debían dejar la nación de Uganda. Provistos de sus pasajes, se fueron al aeropuerto, en el cual se enteraron de que sus nombres no figuraban en la lista de reservas, y que el vuelo estaba completo. Todo lo que se podía hacer era anotarlos al final de una larga lista de espera. Dicho de otro modo, no tenían ninguna posibilidad de partir ese día. Por más que alegaron, no consiguieron nada.

La situación era crítica, porque sus visas caducaban ese mismo día, y desde el día siguiente se hallarían ilegalmente en Uganda. Otros ya habían sido encarcelados por ese motivo. Sólo les quedaba un recurso: ORAR. Así que lo hicieron al volver al hotel.

A la hora de partida del avión volvieron al aeropuerto. Solamente ellos dos aguardaban ente el lugar de verificación de documentos. Poco a poco otros viajeros llegaron, y la fila se alargó.

Finalmente se presentó la azafata, con aire muy confuso, escoltada por un soldado ugandés, quien ordenó hacer silencio y anunció: "Se perdió la lista de pasajeros. Los que encabezan la fila subirán primero y los demás les seguirán".

Así Dios contestó la oración de los suyos. Para Él es fácil trastocar los planes de los hombres, y nada le detiene cuando se trata de intervenir para liberar a los que le invocan.

Esta historia real nos recuerda lo que escribió el profeta Jeremías en el libro de Lamentaciones

Lamentaciones: 3:25-26: "Bueno es el SEÑOR para los que en El esperan, para el alma que le busca. Bueno es esperar en silencio la salvación del SEÑOR".
Lamentaciones 3:37:  "¿Quién es aquel que habla y así sucede, a menos que el Señor lo haya ordenado?"

En estos dos versículos el profeta destaca dos atributos de Dios, a saber Su BONDAD y Su SOBERANIA, el primero es considerado como Atributo Imitable (el hombre puede tener rasgos de bondad en su actuar), y el segundo calificado como Atributo Único (sólo es inherente en Dios) pues sólo Dios es Soberano, Gobernador Supremo del Universo.

Pero no es mi intención dar una clase de Teología relacionada a los atributos de Dios -que buena falta hace en la Iglesia insistir en su enseñanza- sino analizar la situación en que el profeta escribe, así podremos entender lo que Dios quiere que comprendamos cuando pasamos por momentos difíciles en nuestras vidas.

Y es que cuando Jeremías escribe el libro, la situación en la cual se encontraba no era la más óptima, porque lo estaba haciendo poco pues de que Jerusalén había sido totalmente devastada por las hordas de Nabucodonosor en el año 587 a.C.. En las calles se olía el dolor y la muerte, las murallas de la ciudad habían sido destruidas, los principales habían sido desterrados, sólo había pobreza... y Jeremías estaba dentro en la ciudad, era testigo ocular de los acontecimientos y el sufrimiento invadía su corazón.

Lowth, un comentarista del libro, dice lo siguiente: "Cada letra fue escrita con una lágrima, y cada palabra expresa el sonido de un corazón quebrantado". Pero es en medio esa situación en que Jeremías reconoce dos cualidades importantes de DIOS: DIOS ES BUENO Y ES SOBERANO¡¡¡

Recuerda siempre esto -aún cuando te encuentres en medio de la tormenta- la bondad es la esencia y naturaleza de Dios, y que finalmente Él tiene la última palabra porque es Soberano, y por si fuera poco EL ES NUESTRO PADRE!!!... y por ende, Él quiere lo mejor para nosotros, por tanto saldremos airosos de cualquier situación por difícil que ésta sea. ¿Quieres un ejemplo? bueno la historia que hemos escrito es una historia real.

Jeremías 32:26-27 Y vino palabra de Jehová a Jeremías, diciendo: He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?

Que Dios bendiga a ti y familia 

Ps. Félix Jara

sábado, 17 de septiembre de 2011

Mujeres buscando un Gran Hombre

Los hombres nos caracterizamos por ser el sexo fuerte, aunque muchas veces caemos por debilidad.
Un día, mi hermana lloraba en su habitación. Con mucha nostalgia, observé que mi padre se le acercó y le preguntó el motivo de su tristeza. Los escuché hablando por horas, pero hubo una frase tan especial que dijo mi padre esa tarde, que hasta el día de hoy la recuerdo cada mañana y me llena de fuerza. Mi padre acariciándole el rostro, le dijo: "Hija mía, enamórate de un Gran Hombre y no volverás a llorar".
Me pregunté tantas veces, cuál era la fórmula exacta para llegar a ser ese gran hombre y no dejarme vencer por las pequeñeces. Con el paso de los años descubrí que si tan sólo todos los hombres lucháramos por ser grandes de espíritu, grandes de alma y grandes de corazón ¡El mundo sería completamente distinto!
Aprendí que un Gran Hombre... no es aquel que compra todo lo que desea, pues somos tantos que hemos comprado con regalos el cariño y el respeto de quienes nos rodean.
Mi padre le decía:


"No te enamores de un hombre que sólo hable de sí mismo, de sus problemas, sin preocuparse por ti... enamórate de un hombre que se preocupe por ti, que sepa tus fortalezas, tus ilusiones, que conozca tus tristezas y te ayude a superarlas.


No creas en las palabras de un hombre cuando sus actos digan lo contrario.


Aleja de tu vida a un hombre cuando éste no construya contigo un mundo mejor...  él jamás se irá de tu lado porque eres su fuente de energía".


Huye de un hombre enfermo espiritual y emocionalmente, son como el cáncer, matarán todo lo que hay en ti (emocional,  mental, física, social y económicamente).


No le pongas atención a aquel hombre que no sea capaz de expresar sus sentimientos, que no se ame sanamente.


No te aferres a un hombre que no sea capaz de reconocer tu belleza interior y exterior y tus cualidades morales.


No dejes entrar a tu vida a un hombre al que le tengas que adivinar lo que quiere, porque no es capaz de decirlo abiertamente.


No te enamores de un hombre que al conocerlo, tu vida se ha convertido en un problema para resolver y no algo para disfrutar.
No creas en un hombre que tiene carencias afectivas de la infancia y que trata de llenarlas con la infidelidad, culpándote cuando su problema no eres tú, sino él porque no sabe que quiere de su vida, ni cuáles son sus prioridades”.
Yo me preguntó ahora... ¿Por qué querer a un hombre que te abandonará si no eres como él quiere que seas, o si ya no le “eres útil”?
¿Por qué querer a un hombre que te cambiará por un cabello o un color de piel distinto, o por unos ojos claros, o por un cuerpo más esbelto?
¿Por qué querer a un hombre que no supo admirar la belleza que hay en ti, la verdadera belleza… la del corazón?
¿Cuántas veces me dejé llevar por la superficialidad de las cosas, haciendo a un lado a quienes realmente me entregaban su sinceridad e integridad y dándole importancia a quienes no valoran mi esfuerzo?
Me costó trabajo comprender que GRAN HOMBRE no es el que llega más alto, ni el que tiene más dinero, casa, auto, ni quien vive rodeado de mujeres, ni mucho menos el más guapo.
Un gran hombre, es aquel ser humano transparente, que no se refugia en cortinas de humo, es el que abre su corazón sin rechazar la realidad, es quien admira a una mujer por sus cimientos morales y grandeza interior.
Un gran hombre, es el que camina de frente, sin bajar la mirada; es aquel que no miente aunque a veces pierda por decir la verdad… y sobre todo, un gran hombre es el que sabe llorar su dolor sin escapar a él…
Un gran hombre es el que cae y tiene la suficiente fortaleza para levantarse y seguir luchando…
Hoy mi hermana está felizmente casada, y ese Gran Hombre con quien se casó, no era ni el más popular, ni el más solicitado por las mujeres, ni mucho menos el más adinerado o el más guapo.
Ese Gran Hombre es quien simplemente nunca la hizo llorar… es quien en lugar de lágrimas le robó sonrisas…
Sonrisas por lo que han logrado juntos, por los triunfos alcanzados, por sus recuerdos lindos y por aquellos recuerdos tristes que supieron superar, por cada alegría que comparten y por los 3 hijos que llenan sus vidas.
Ese Gran Hombre ama tanto a mi hermana que daría lo que fuera por ella sin pedir nada a cambio...
Ese Gran Hombre la quiere por lo que ella es, por su corazón y por lo que son cuando están juntos.
¡Aprendamos a ser uno de esos Grandes Hombres, para que vivamos el paso de los años de la mano de una Gran Mujer y nada ni nadie nos pueda vencer!
Hasta aquí el hermoso relato de lo que es y debe de ser realmente un GRAN HOMBRE que enfoca la medida de hombre no en relación a lo que tiene (tal como dinero, auto, casa, fama), o a lo que es (títulos académicos, maestrías, doctorados, lideres profesionales, líderes de iglesia); sino respecto a su actitud y trato que le da a su ESPOSA. Ahora permíteme unas palabras personales con relación a lo que hemos leído.


Esto me recuerda dos cosas, que debemos de tener presentes, primero lo que dijo el apóstol Pablo respecto al trato del hombre hacia su esposa, en la carta a los Efesios él escribió lo siguiente:


Efesios 5:25-28: "Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama".


Aquí se manda a amar a nuestras esposas, y la pregunta que emerge es la siguiente ¿y cómo debo de amar a mi esposa?... Pablo continua diciendo que se debe de amarlas cómo Cristo amó a Su iglesia, entregándose por ella... esto es hasta la muerte, porque fue tal el amor de Jesucristo que ese amor le impulsó a dar su vida por ella en la cruz ¿Sabes cómo se llama esto?... AMOR SACRIFICIAL (es un amor de entrega, amor de sacrificio, amor de servicio), AMOR INCONDICIONAL (amor sin pedir nada a cambio) ¿Amamos de esta manera a nuestras mujeres?

Hagamos algo más de exégesis. En el griego hay tres formas clásicas de expresar el verbo "amar": eros (amor egoísta, amor erótico), filos (amor cooperativo, en relación a amigos y hermanos carnales), stergos (amor debido, es el amor que se da por los sacrificios de otros a nosotros) y ágape (que es el amor sublime, que sólo proviene de Dios). 



Este tipo de amor es uno que se basa en los beneficios para el objeto de su amor. No es egoísta, sino se concentra en el sacrificio personal para el beneficio y bien del otro. Así que, cuando Pablo emplea aquí el término "amar" está usando la palabra griega "αγαπαν" (agapao) que es un derivado de "ágape". Entonces lo que está demandando Dios a nosotros los hombres es que amemos a nuestras mujeres/esposas como sólo Dios puede amar, sacrificialmente.

Y agrega en el v. 28 que también las amemos como a nuestros propios cuerpos, porque si no te amas a ti mismo, ni cuidas tu cuerpo ¿Cómo vas a poder amar a los demás, menos a tu esposa?, en consecuencia, déjame decirte que si no amas de esa manera, estás no en condiciones de amar verdaderamente... ¡estás descalificado!. Me olvidaba, por si acaso el tiempo en que se describe la acción de amar es en Presente, lo que expresa una idea lineal o continua; esto es, nuestro amor hacia nuestras esposas debe de ser expresado constantemente; no es un amor de momento, no es el amor de alcoba, o un amor de epitelio, sino un amor continuo, que rebasa lo terrenal, y se enfoca en lo divino. ¿¡Que difícil no!? Pero no imposible si Dios lo pide es porque se puede hacer.

El segundo elemento, que me recuerda el relato, es lo que el
apóstol Pedro escribe en su primera carta a todo hombre:



1 Pedro 3:7 "Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo".


Dos cosas pide Dios de los hombres con relación a sus esposas: que vivamos de manera sabia con ellas, y que se le dé el honor que se merecen; esto es darles el respeto que merecen, la palabra usada aquí es  "τιμην" (timé) significa dignidad, valor, honor, honra; así se le traduce en el griego, ... "tratando cada uno a su esposa con respeto, ya que como mujer es más delicada, ..." NVI

Entonces, lo que quiere decir el apóstol es que vivamos sabiamente, de tal manera que demos a nuestras esposas la dignidad, el honor, el valor y el respeto que ellas se merecen.

Esto implica que no sólo como maridos valoremos y respetemos a nuestras mujeres en nuestra relación personal, sino que también las hagamos respetar delante de todos; especialmente cuando le falten el respeto, si es que se diera el caso; por ejemplo delante tus padres, de tus abuelos, de tus hermanos, aún de tus hijos... tu familia entera, tus compañeros de oficina, de universidad, (que horrible es que el esposo hable mal de su esposa, aún mas, cuando lo hace a sus espaldas, eso no es de varones), y aún cuando te encuentres delante de tus líderes, llamase pastores, maestros, jefes, etc.

¿Sabes por qué? porque a veces los pastores nos podemos equivocar, y por ende, extralimitarnos y escudándonos en nuestra condición de tales llegar faltar el respeto a las esposas de la congregación, y es en ese caso que el esposo está en la obligación -y el derecho le asiste- de hacerlas respetar por muy pastor que éste sea... ¡el título de pastor no nos da ningún derecho a ser irrespetuosos!. Conozco casos de pastores que tienen la costumbre de hacer eso en su congregación, y cuando el esposo les ha llamado la atención se han resentido, y de ofensores se han convertido en ofendidos propagando la noticia de que son ellos las víctimas de una ofensa, cuando son ellos los victimarios, se escudan en su posición, y no ofrecen las disculpas del caso. El pastor al contrario debe de ser hidalgo, y  reconocer su falta, eso es de varones.

Hasta aquí el estudio y la aplicación, sin embargo, queda por hacer unas preguntas. Hombre ¿Cómo amas a tu esposa, la respetas y la haces respetar delante de quien sea? ¿Nuestro amor hacia ellas tiene los rasgos de ser un amor sacrificial e incondicional? ¿Podemos contestar afirmativamente?

Recuerda mujer, aprende a escoger esa GRAN HOMBRE que Dios tiene esperando para ti. No te guíes por las apariencias, no busques un Adonis, eso sólo hay en los libros de Corín Tellado, o en las telenovelas románticas, no busques un amor de telenovela, busca UN GRAN HOMBRE (ya conoces sus rasgos). No te dejes llevar por las apariencias. Busca un hombre que comparta tu fe - la fe que aprendiste en tu niñez, o quizás recientemente-, un hombre que comparta tus sueños, un hombre que te enseñe a amar a Dios, y que juntos con la ayuda de tu Señor puedan enfrentar los retos de la vida y educar a tus hijos en Su camino.... ¡para la GLORIA DE DIOS!
 
Recuerda varón, a un hombre no se le mide por lo que tiene o por lo que es, se le mide por el trato que le da a su esposa. Es decir para que recibas el título de GRAN HOMBRE debes de darle honor, respeto y dignidad a tu mujer.


Varones demos el honor y la dignidad que nuestras mujeres merecen -nuestros hijos están observando, demos ejemplo- hagamos respetar a nuestras esposas delante de quién sea, eso es amor, el Señor te lo demanda en su Palabra. ¡Que nuestro amor sea un amor SACRIFICIAL e INCONDICIONAL, aunque muramos en el intento!... uds. lo saben.


¡AMADOS VARONES... ESO ES HOMBRIA AL MAXIMO!

viernes, 16 de septiembre de 2011

Carta de Mateo al hombre del Siglo XXI

Soy judío de nacimiento. Mi nombre es Mateo, viene del arameo Mattai, que significa “don de Dios”. Algunos, también me conocen como Leví, pues ese es mi segundo nombre, naturalmente quienes me pusieron esos nombres fueron mis padres siendo el nombre de mi papá Alfeo. Aunque ahora último me he enterado que algunos me conocen como Mateo el evangelista.

Viví en tiempos en que el Imperio Romano tenía sojuzgada a mi nación. Era bastante instruido, y muy ordenado en mi forma de ser. Creo que estos atributos me permitieron trabajar como recaudador de impuestos al servicio de Roma, especialmente para el cobro de derechos aduaneros, era algo así como un funcionario de aduanas. Mi centro de operaciones se encontraba por las cercanías de Capernaum, ciudad marítima de Palestina.

El ejercicio de mis funciones como cobrador de impuestos no era bien visto por mis paisanos los cuales me acusaban de publicano y de pecador, considerándome un hombre impuro por mi continuo contacto con gentiles, además que por mis actividades no guardaba el día de reposo. De este modo, no podía alternar ni comer con ellos ni menos ingresar a la sinagoga. Me sentía como un marginado por mi propio pueblo.

Es que los que ejercíamos esta función teníamos mala fama, no eramos muy bien vistos por el pueblo. Algunos extorsionaban, y efectuaban prácticas deshonestas; como el caso de Zaqueo, que era jefe de cobradores de impuestos allá en Jericó, el mismo que en una reunión en su propia casa ante Jesús, confesó públicamente sus malos manejos comprometiéndose a resarcir a quienes había defraudado ¡hasta cuatro veces lo que había robado!... éste sí que había abusado de muchos… y de qué manera!

A propósito de Jesús, nunca olvidaré mi encuentro con Él... ¡fue realmente maravilloso! Yo estaba realizando mis actividades de cobranza de tributos, y de pronto, cuando menos lo esperaba se me acercó acompañado de Simón, su hermano Andrés, Jacobo y Juan, los otros discípulos, y un gran gentío, y parándose frente a mí me miró a los ojos y me dijo: “Sígueme”. Déjame decirte que, si bien este llamado fue una orden, no sonó como tal, pues sus ojos irradiaban tanto amor que yo simplemente me paré de mi asiento y dejé todo… sin considerar el dinero recaudado hasta ese momento... me puedes creer? 

Era tanta mi felicidad que quise hacer un gran banquete en mi casa invitando a Jesús ¡y Él aceptó mi invitación! ¿Te imaginas? ¡No podía creer que Jesús me había dirigido la palabra y me había pedido seguirle!, y por su fuera poco ¡iba a estar en mi casa! Yo el catalogado por mi pueblo como un paria, como un marginado e indigno, iba a disfrutar del privilegio de tener en mi hogar al Rey de reyes y Señor de señores.

En esa reunión también fueron muchos amigos, publicanos como yo, que invité pues yo quería que conocieran a Jesús. No podía creer ¡el mismo Jesús en mi casa a la cual nadie de mi pueblo quería entrar!... En verdad era increíble… nunca me lo hubiera imaginado ni siquiera en sueños.

En un momento de la reunión unos fariseos y escribas de la Ley empezaron a criticar su actitud, y se le acercaron y le dijeron que porqué Él comía y bebía con publicanos y pecadores. Yo estaba junto a Él, pues Él ocupaba el lugar de honor como invitado especial, y pude escuchar claramente, sus palabras hasta ahora resuenan en mis oídos: “Los que están buenos y sanos no necesitan médico, sino los enfermos. Vayan y aprendan el significado de estas palabras. Lo  que quiero es que sean compasivos, y no que ofrezcan sacrificios. Pues yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores. ¡Que palabras!.. fueron como estacas en el corazón de esa gente, pues se retiraron de la casa avergonzados... ¡y ni siquiera se despidieron ni dieron las gracias!.

Le seguí a todo lugar por espacio de tres años. Sus enseñanzas eran propias del Ungido de Dios, no había duda era el Mesías prometido por Dios, lo que había sido  proclamado por los profetas, y esperado por mucho tiempo se había cumplido. ¡El mismo Dios hecho hombre, el Libertador de Israel, estaba ya con nosotros!

miércoles, 14 de septiembre de 2011

¿Qué haces antes de empezar a trabajar?

Un cirujano de un gran hospital de la ciudad tenía la costumbre de solicitar unos minutos a solas antes de llevar a cabo una operación.

Tenía una extraordinaria reputación como cirujano. Uno de los jóvenes médicos que trabajaba con él se preguntaba si tal vez existiese relación alguna entre ese hábito y el éxito de aquel hombre.

Entonces se lo preguntó directamente, y el profesional le respondió: "Sí, existe una relación. Antes de cada operación le pido al Médico Supremo que esté conmigo y que guíe mis manos mientras trabajo. Hubo ocasiones en que no tenía idea de cómo continuar la cirugía y luego recibía el poder y la capacidad para continuar. Era un poder que reconozco que venía de Dios. Jamás se me ocurriría operar sin solicitar su divina ayuda".

Sus palabras se divulgaron por todo el hospital con súbita rapidez, y luego por todo el país. Cierto día, un hombre llevó a su hija al hospital e insistía en que la operara el médico que trabajaba con Dios.

Cuando pienso en esta historia saltan a mi mente dos versículos que encajan apropiadamente, y que refuerzan la idea del relato descrito. El primero se encuentra en la epístola de Santiago:

Stgo 1:5 "Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada".

Quisiera enfocar el análisis del verso en una palabra, pues considero que es importante para entender el verdadero sentido del versículo, y es el verbo "pedir". En el original griego, existen cuatro palabras para dicho término que tienen diferentes connotaciones.

La palabra griega usada aquí es "aiteo" cuyo significado difiere de las demás, y sugiere con frecuencia la actitud de una persona que suplica, es la petición de uno inferior en posición a aquel a quien se le hace la petición. Para que podamos comprender el significado, es el mismo verbo que se emplea en Hechos 3.2, cuando el mendigo pedía en la puerta del templo.

Otro aspecto importante a mencionar, es el sentido que el Espíritu Santo le quiere dar a la acción,  pues el tiempo en el cual se escribe el verbo "pedir" está en presente, e indica que dicha acción debe de hacerse en forma constante (no es una acción que implica descanso sino en todo momento), asimismo el modo en que está expresado es imperativo, lo que señala que se está dando una orden para que cumpla inmediatamente, y en todo momento.

En síntesis, hay dos aspectos que el Señor nos dice que debemos de tener presente cuando pidamos por sabiduría. La primera, es una actitud suplicante de aquel que reconoce su necesidad, ante un ser superior; y segundo, ese pedir debe de hacerse de manera constante, entendiendo que es una orden del Señor.
  
Por último, el otro versículo que queríamos recordar, es aquel que se encuentra en el libro de los Salmos, en el capítulo 37, verso 5:

Salmo 37:5-6 "Encomienda al SEÑOR tu camino, confía en El, que El actuará; hará resplandecer tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía". LBLA

Aquí se nos enseña a que debemos de poner en las manos de Dios nuestros caminos, algunos han asociado esta acción a cuando nos encontramos en problemas, pero éste no es el sentido, porque la idea es que no sólo le entregues al Señor tus cargas sino también todos tus asuntos: tu trabajo, tus negocios, tu familia, tus metas, tus planes, entre otros. Me agrada mucho la versión de la Biblia Latinoamericana relacionada con este mismo verso, ella dice:              

Psa 37:5-6 "Encomienda al Señor tus empresas, confía en él que lo hará bien. Hará brillar tus méritos como la luz y tus derechos como el sol del mediodía".

Uno de los mejores elementos que una persona puede agregar a su trabajo, sea cual fuere la esfera en la que se desempeñe, definitivamente es la oración. ¿Qué nos motiva a hacer nuestro trabajo? ¿Qué nos impulsa a dar lo mejor?


Muchos de nosotros lo primero que hacemos cuando llegamos a la oficina o al negocio es prender la computadora, o revisar la agenda del día, o prender el hervidor para prepararnos una taza de café, o quizás abrir las páginas del periódico. O cuando llegamos a la Universidad, Seminario, o centros de estudios lo primero que hacemos es compartir con los compañeros, abrir nuestros libros, etc.

Dedica unos momentos a cubrir tu trabajo, tus estudios, tu familia con oración. Descubrirás que es un buen tiempo empleado porque Él te ayudará a lograr mucho más, luego después de la batalla del día, llegarás a casa para contar a tu esposa, a tus hijos, o a tus padres de lo bien que te fue en el día, es decir lo bendecido que fuiste en ese día. ¡HAZ AL SEÑOR TU SOCIO!  ¡Y que toda sea para LA GLORIA DE DIOS!

Que el Dios de toda carne bendiga a ti y a tu familia. Y como siempre mencionamos en este blog, recuerda y ten presente lo que Él dijo:

Jer 32:27 "He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?"

Publicado por Ps. Félix Jara

(*) NOTA DE AUTOR DEL BLOG: En estos últimos días, personalmente, he asumido con mayor dedicación esta actitud, y lo he podido comprobar. He podido sentir la voz  y la dirección de Dios en el trabajo, anticipando y corrigiendo a tiempo situaciones difíciles. Sigamos dando al Señor cada día el lugar que le corresponde... ¡¡¡HAGAMOS DE EL NUESTRO COMPAÑERO DE TRABAJO, COMPAÑERO DE OFICINA, COMPAÑERO DE ESTUDIO... COMPAÑERO DE TODA LA VIDA!!! A Él también le agrada que le consideremos así.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Hombría al Máximo en Génesis I: El Mandato y la Bendición

A lo largo de los tiempos el hombre ha ido perdiendo paulatinamente el sentido por el cual fue originalmente creado. Las evidencias están descritas en su historia: guerras fratricidas, execrables homicidios, abortos aceptados por la ley, familias destruidas, niños abandonados, corrupción en los estamentos de la sociedad, carencia de liderazgo, hambruna y pobreza, entre otros.

¿Por qué llegó el hombre a esta condición? ¿Será que su destino es el caos y su destrucción total? ¿Cómo podemos recuperar el tiempo perdido? ¿Cuál es la solución al problema? ¿En dónde radica nuestro error? ¿Qué sucedió? ¿Por qué el hombre perdió su propósito de vida?

Este breve ensayo es un leve intento que busca responder a estas interrogantes con la intención de despertar en el hombre actual el deseo de recuperar su HOMBRIA AL MAXIMO, para llegar a ser Hombres Vencedores.

ANTECEDENTES  

Desde sus orígenes el hombre se ha planteado diversas preguntas relacionadas con su creación, su naturaleza, su eternidad, su capacidad, su existencia, su papel, entre otros aspectos. Sin duda la pregunta que ha generado diversas opiniones por parte de diferentes disciplinas y formas de pensamiento es: ¿Qué es el hombre?

A continuación presentamos algunas respuestas a ésta crucial pregunta: 
  • En latín, homo. Ser dotado de inteligencia y de un lenguaje articulado, clasificado entre los mamíferos del orden de los primates y caracterizado por su cerebro voluminoso, su posición vertical, pies y manos muy diferenciados (Diccionario Larousse).
  • Animal racional. Bajo esta especie se comprende todo el género humano (Diccionario Hispánico Universal).
  • Hombre (sustantivo). Animal tan perdido en la contemplación estática de lo que piensa que es, que acaba incapaz de ver lo que indudablemente debería ser (Benson Dan, El Hombre Total, definición del hombre por Ambroise Bierce).  
  • El hombre es el ser más complejo de todos los seres en la naturaleza. Es una totalidad, una unidad, pero constituido con base a dos (2) aspectos: biológico y psíquico, es decir es una unidad psico - biológica en donde en su experiencia diaria lo psíquico se expresa en lo biológico e influye sobre este aspecto de nuestro ser, así como también lo biológico influye en lo psíquico; teniendo como centro de su mundo interior el YO, el cual es ese “alguien” constante que siempre se encuentra presente en cada hecho psíquico que vivimos (Salinas García Telmo, Psicología, pág. 37, 40).
  • Visto desde la perspectiva de las ciencias naturales, el hombre es un ser constituido de acuerdo a las leyes que rigen el conjunto entero de la naturaleza. Las ciencias biológicas lo consideran como una especie incluida dentro del orden zoológico de los primates. Ningún biólogo pone hoy en duda la hipótesis de la evolución, según la cual unas especies han surgido de las otras, siguiendo un proceso de desenvolvimiento que se remonta a la aparición de la vida sobre la tierra hace no menos de mil millones de años. Ningún biólogo duda tampoco en incluir al hombre en este proceso de la evolución de la vida y en reconocerlo como una especie zoológica surgida por una mutación iniciada hace alrededor de un millón de años. El hombre actual, el Homo Sapiens, al que antecedieron otros tipos prehumanos y humanoides, es para el científico la última forma surgida en el árbol de la vida, la más compleja y rica seguramente, pero que es al fin y al cabo una especie zoológica (Salazar Bondy Augusto, Introducción a la Filosofía, pág. 236).
  • Es un mono desnudo, una rara y floreciente especie que pasa una gran parte de su tiempo estudiando sus más altas motivaciones, y una cantidad de tiempo igual ignorando concienzudamente las fundamentales. Se muestra orgulloso de poseer el mayor cerebro de todos los primates, pero procura ocultar la circunstancia de que tiene también el mayor pene, y prefiere atribuir injustamente este honor al vigoroso gorila. Es un mono muy parlanchín, sumamente curioso  y multitudinario (Morris Desmond, El mono desnudo: un estudio del animal humano, pág. 9).
       
DESCUBRIENDO LA HOMBRIA AL MAXIMO DESDE GENESIS. Por lo hasta aquí visto, está es la apreciación que el hombre tiene de sí mismo, es el concepto que tiene el científico, el hombre de letras, el religioso, pero ¿cuál es el concepto que Dios tiene del hombre? ¿Cuál es el pensamiento del Creador acerca de su creación? ¿Quién sino Dios el creador del hombre para definir el propósito por el cual fue creada su máxima creación?

Y es en libro del Génesis, el Libro de los Comienzos, en donde trataremos de encontrar las respuestas a estas interrogantes. ¿Por qué hemos escogido el libro de Génesis para resolver nuestras dudas? Simplemente, porqué allí no sólo se relata el origen del hombre sino también se consigna el propósito inicial por el cual Dios le puso en la tierra.

Esto tiene sentido, permíteme poner un ejemplo para poder entender esta idea. Cuando el fabricante de televisores elabora el producto terminado (un televisor) no sólo se limita a ponerlo en su caja y sacarlo al mercado, sino que se dispone a editar un manual para indicar al usuario las características del producto, la manera de cómo funciona, cómo se maneja, cómo debe de instalarse, y aunque parezca irónico para que sirve, entre otras cosas.

Entonces, si aceptamos esto debemos de reconocer que en primera instancia, Dios no sólo se limitó a crear al hombre nada más, sino que editó el “manual maestro” de su creación. Es por eso que en los dos primeros capítulos del Génesis, Dios nos enseña no sólo cómo fue creado el hombre, sino también define el propósito de su creación.

Así pues, con este ensayo desde el libro de Génesis queremos tratar tres cosas:
1.      Descubrir lo que es en realidad el hombre (definición),
2.      Establecer su conexión con la función fundamental para la cual fue creado (propósito), y
3.      Definir las áreas de su vida que son afectadas (relación con su entorno).

Todo esto evidentemente bajo la PERSPECTIVA SUPREMA DE AQUEL QUE LE CREÓ: DIOS.

TRES REALIDADES DE LA HOMBRIA AL MAXIMO EN GENESIS
Antes de tocar los puntos anteriores, queremos sentar las bases de nuestra investigación destacando tres aspectos importantes que no debemos pasar de vista. Y es que desde que se inicia el Génesis, Dios va perfilando principios o verdades relacionadas con el hombre las cuales debemos de tener presentes en este estudio.

1.- La primera gran verdad que se desprende de las páginas del Génesis es que el hombre es la meta y corona de la creación. 

Una vez que Dios culminó con la creación de la naturaleza dijo categóricamente “Hagamos al hombre…”, si quisiéramos parafrasear las palabras correctas serían “Ahora sí, todo está preparado para crear al hombre, hagámoslo…”

Gen 1:26  “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;  y señoree en los peces del mar,  en las aves de los cielos, en las bestias,  en toda la tierra,  y en todo animal que se arrastra sobre la tierra”.

2.- La segunda verdad es que Dios determinó que el hombre sea el protagonista principal de Su creación al ponerle en el escenario del Edén, después que culminó con la creación de la naturaleza.

Gen 2:8  “Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén,  al oriente;  y puso allí al hombre que había formado”.

3.- La tercera verdad es que Dios designó al hombre la tarea principal de ser Administrador de Su creación, y como tal era total responsable del cuidado de ella.

Gen 1:28  “Y los bendijo Dios,  y les dijo: Fructificad y multiplicaos;  llenad la tierra,  y  sojuzgadla,  y señoread en los peces del mar,  en las aves de los cielos,  y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra”.

En este sentido, podemos determinar que el hombre ocupa un lugar supremo en el universo. No sólo es la obra final de Dios, la culminación de la creación de Dios, sino que en él las obras hechas en los otros cinco días encuentran su plenitud y su sentido. 

Y es en esta puesta en escena en que Dios le asigna su tarea principal: poseer la tierra, hacer que ella le sirva, gobernar a las demás criaturas, fungiendo como administrador y/o mayordomo de Su creación de que ponía en sus manos, ¡Tremenda responsabilidad por cierto!.... no lo crees?… ¡sí, esto es Hombría al Máximo!


...esta historia continuará en ... Hombría al Máximo en Génesis - Parte II.

Publicado por Ps. Félix Jara