EL PACTO DE DIOS

EL PACTO DE DIOS: "El Señor te pastoreará siempre, en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos, y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca se agotan. Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas, los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de muros caídos, restaurador de casas en ruinas" Isaías 58.11-12

viernes, 10 de noviembre de 2017

CUANDO DIOS MIDE A UN HOMBRE


Cuando Dios mide a un hombre, le coloca la cinta de medir alrededor del corazón y no alrededor de la cabeza.

"Y el Señor respondió a Samuel: No mires su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón" 1 Samuel 16.7


Cuando Dios evalúa a un hombre, no lo hace en base a una evaluación de competencias o análisis de desempeño, o quizás a los títulos, maestrías o doctorados que podamos tener, o a las propiedades, saldo en cuenta bancaria o tarjetas de crédito que tengas a tu favor, esa no es su forma de trabajar.


Su manera de hacerlo es diferente a la nuestra, El se fija en el corazón; así que si abrigas en tu fuero interior orgullo, soberbia, amargura, traición, falta de perdón, murmuracion o chisme, enojo, ira, calumnias, lenguaje obsceno y demás, no pienses que pasarás el examen.


Por eso te recomendamos que no descanses en tus logros y méritos, pues cuando te toque abandonar este mundo nada te llevarás, te recomendamos que mires a la Cruz en donde Jesucristo pagó todas tus deudas, y ponte a cuentas con El, ya es tiempo, no crees?


Y si eres de la fe, ya es tiempo que te vistas del nuevo hombre. Justamente, eso es lo que escribe a la iglesia de Colosas, y por tanto también a nosotros:


"Dado que Dios los eligió para que sean su pueblo santo y amado por él, vestirse de tierna compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia. Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros. Sobre todo, vístanse de amor, lo cual nos une a todos en perfecta armonía" Colosenses 3. 12-14


Ah, ten en cuenta que el verbo "vestir" está escrito en modo Imperativo, es decir es un mandato o una orden, no es una opción.


Varón, que el Dios de toda carne, bendiga a ti y familia, y te conceda sabiduría para comportarte como buen esposo, buen padre y buen hijo.


Ps. Félix Jara

martes, 7 de noviembre de 2017

MUJER, CUANDO LA BELLEZA ABANDONA

"Engañosa es la gracia y vana la belleza, pero la mujer que teme al Señor, ésa será alabada"
Proverbios 31:30
LBLA

Interesante frase proverbial, pero para entenderla mejor, deberíamos de conocer el significado original de dos palabras aquí mencionadas: "gracia" y "vana".

La primera (gracia) es el vocablo hebreo "jen" que en el contexto del proverbio se refiere a una mujer "agraciada o favorecida". La segunda (vana) es "jebel" que en el contexto de la frase nos da la idea de vaciedad, transitorio o insatisfactorio.

Entonces, ahora ya estamos en condiciones de entender mejor, cobrando mayor sentido la frase proverbial; pues lo que se quiere decir aquí, es que toda apariencia o hermosura física en el ser humano es transitoria, es pasajera, es temporal, y tarde o temprano el paso de los años nos pasarán "la factura debajo de la puerta", y sólo quedará lo que realmente hay en el corazón.
Podríamos parafrasear de la siguiente manera: "Mejor es mujer temerosa de Dios que sólo una que mantiene hermosa apariencia, pues tarde o temprano esta pasará, y sólo quedará un carácter de acuerdo al corazón de Dios".
Hemos dejado para el último una palabra, "teme al Señor", el vocablo hebreo para "temor" es "yaré" cuyo significado es "ser reverente".
Entonces ahora tenemos la idea completa, pues la idea es buscar el mantener una belleza interior antes que una belleza física, y el secreto para eso es vivir en reverancia al Señor, buscando agradarle con nuestras vidas en todo tiempo.
Por eso mujer si quieres que tu belleza resplandezca y sea siempre vigente, preocupate por agradar al Señor en tu vida, desde aquí mujer te animamos a fijar tus ojos en el "autor y consumador de la fe", Aquel que dio su vida por ti y por muchos, para que todo aquel que en El crea no se pierda, mas tenga vida eterna, y sea hecho hijo de Dios. Verás que de tu interior correrán ríos de agua viva que saltarán para vida eterna. Y serás alabada por propios y extraños.
Te garantizamos que aunque pasen los años tu belleza interior resplandecerá.
Que el Dios de toda carne bendiga a ti y familia.
Ps. Félix Jara

lunes, 6 de noviembre de 2017

EL COMPROMISO DE OBEDECER PARA MOLDEARNOS



“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado;  sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche” (vv. 1, 2) | 
Salmo 1:1-6

La Biblia proclama el gran poder y la majestad del Señor, al mismo tiempo que revela su inmenso amor y su misericordia. Él es digno de nuestro total sometimiento, pero no siempre lo recibe. ¿Está usted entre los que se rinden a Él sin reservas?

La obediencia absoluta es obedecer a Dios sin importar las consecuencias. Esto significa que hay que obedecer al Señor aun cuando nuestros amigos elijan un camino diferente, o cuando tengamos por seguro el sufrimiento o la humillación. Ver hecha la voluntad de Dios es más importante que nuestro propio bienestar o ambiciones. Dejamos las consecuencias a Dios, y nos aferramos a sus promesas: Él nunca nos desamparará (Dt 31.6) y hace que todo obre para nuestro bien (Ro 8.28).

Fíjese en la palabra “compromiso” en el título de nuestro devocional. No me estoy refiriendo a la obediencia que surge en cierto momento (como cuando pensamos: voy a obedecer al Señor en esta circunstancia), sino del sometimiento como estilo de vida. Poner excepciones al cumplimiento es muy tentador; queremos ser capaces de cambiar de opinión cuando obedecer trastorne nuestro estilo de vida, el resultado final no sea claro, o simplemente estemos asustados. Pero déjeme preguntarle: si Jesucristo es el Señor de su vida, ¿qué derecho tiene usted de ponerle límites a su voluntad?

Los creyentes no tienen el derecho de establecer sus propios límites; su único criterio para tomar decisiones debe ser: ¿Qué quiere el Señor que haga? La obediencia es siempre lo correcto. Obedecer a Dios en todo es el camino más seguro para tener su favor.

-Charles F. Stanley | En Contacto