EL PACTO DE DIOS

EL PACTO DE DIOS: "El Señor te pastoreará siempre, en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos, y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca se agotan. Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas, los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de muros caídos, restaurador de casas en ruinas" Isaías 58.11-12

sábado, 29 de octubre de 2011

Cuando todo es posible

Cuenta una antigua leyenda, que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad, el verdadero autor era una persona muy influyente del reino, y por eso, desde el primer momento se procuró un "chivo expiatorio" para encubrir al culpable.

El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas esperanzas de escapar al terrible veredicto: ¡La horca! El juez, también comprado, cuidó no obstante, de dar todo el aspecto de un juicio justo, por ello dijo al acusado: "Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor, vamos a dejar en manos de él tu destino: Vamos a escribir en dos papeles separados las palabras "culpable" e "inocente".

"Tú escogerás y será la mano de Dios la que decida tu destino" le dijo el juez. Por supuesto, el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda: "CULPABLE". Y la pobre víctima, aún sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesta era una trampa. No había escapatoria.

El juez corrupto, ordenó al hombre tomar uno de los papeles doblados. Este respiró profundamente, quedó en silencio uno cuantos segundos con os ojos cerrados, y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y con una extraña sonrisa, tomó uno de los papeles y llevándoselo a su boca, lo tragó rápidamente.

Sorprendidos e indignados, los presentes le reprocharon... "pero ¿qué hizo...? ¿y ahora...? ¿cómo vamos a saber el veredicto?. El hombre respondió, "Es muy sencillo, es cuestión de leer el papel que queda, y sabremos lo que decía el que me tragué". Con un gran coraje disimulado, tuvieron que liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo...

Por más difícil que se nos presente una situación, nunca dejemos de buscar la salida, ni de luchar hasta el último momento. Muchas veces creemos que los problemas no tienen solución y nos resignamos a perder y no luchar, olvidando aquellas palabras que dicen: "Lo que es imposible para el hombre, es posible para Dios" Lucas 18.27


Cada día, cuando se inicie una nueva jornada, y aún sea difícil lo que te espera, recuerda siempre lo que Jesús le dijo a Marta, cuando estaban frente sepulcro de Lázaro: 

Juan 11:39  Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya,  porque es de cuatro días.
Juan 11:40  Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?

Nunca te olvides que para nuestro Dios y Padre nada hay que sea difícil:

Jeremías 32:27  "He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne;  ¿habrá algo que sea difícil para mí?"

¡QUE EL DIOS DE TODA CARNE TE BENDIGA HOY Y SIEMPRE... Y A TU FAMILIA!

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