José I, emperador de Austria (1678-1711), vio una vez desde su carruaje, a un joven que se acercó a un barrendero y le besó la mano con un gran respeto.
El emperador intrigado por tan hermoso cuadro preguntó ¿Quién es el hombre?.
"Es un ladrón que está condenado a barrer las calles de Viena, como los demás barrenderos, durante diez años", le respondió uno de sus guardias.
El Emperador dio la orden de que lo soltaran de inmediato argumentando lo siguiente: "Quién ha educado tan bien a su hijo, que le besa así las manos en público, sin ningún respeto humano, no puede ser un gran criminal ni merecer castigo tan grande".
Esta historia real que sucedió hace muchísimos años, nos recuerda una sentencia que emana de la sabiduría de Dios, y que coincide perfectamente con el hecho que se narra:
Proverbios 22:6 "Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él".
En el Antiguo Testamento la palabra "instrucción", y sus derivados, se menciona 12 veces. La palabra hebrea que se emplea aquí, y que se traduce como "instruye", es el vocablo "chanak", siendo en Proverbios 22.6 la única vez que este vocablo se utiliza en la Biblia, lo que en definitiva la hace una palabra muy especial y única, más aún cuando esta relacionada con la enseñanza de nuestros hijos.
Si investigamos más la palabra, el origen o raíz del vocablo hebreo propiamente significaría "estrecho", lo que figuraría como "iniciar" o "disciplinar"; esto es dedicar, formar.
Entonces instruir no sólo es enseñar, instruir es "ponerse en estrecho". Entonces la palabra "estrecho" nos estaría indicando la idea de que "instruir es ponerse en estrecho con nuestros hijos", es trabar estrecha amistad con ellos, es enlazarnos en estrecho con ellos; no sólo es enseñar nada más, es caminar juntos con ellos por el camino de la vida mientras que les impartimos enseñanza, mientras que los equipamos para la vida, ¡Que hermosa figura nos enseña la palabra "chanak" en el original hebreo! ¡Que hermoso encargo y que gran responsabilidad nos da Dios para con nuestros hijos!
Padres de familia no sólo nos quedemos con esta idea en nuestras mentes, debemos ponerla en práctica con nuestros hijos, porque sólo así ellos no se apartarán del buen camino aunque lleguen a viejos. La idea es pasarles la posta, ESTO ES DEJAR LEGADO A NUESTROS HIJOS.
Desde Sembrando Vida en la Familia te deseamos las más ricas bendiciones, para tí y tu familia.
Publicado por: Pastor Félix y Elizabeth Jara
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