EL PACTO DE DIOS

EL PACTO DE DIOS: "El Señor te pastoreará siempre, en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos, y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca se agotan. Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas, los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de muros caídos, restaurador de casas en ruinas" Isaías 58.11-12

lunes, 22 de agosto de 2011

Charles Spurgeon: ejemplo de vida imitable

El príncipe de los predicadores

Carlos Spurgeon nació el 19 de junio de 1834, en Keldeven, condado de Essex, Inglaterra. Fue parte de una familia compuesta por 17 hijos, 9 de ellos murieron en la infancia.

Sus antepasados fueron creyentes fervorosos, incluso Jo Spurgeon (bisabuelo del tatarabuelo de Carlos), sufrió prisión por haber asistido a un culto evangélico. Juan Spurgeon, su padre, al igual que su abuelo, fue ministro. Carlos trabajaba en la industria del carbón toda la semana, y los domingos se dedicaba a la predicación.

Carlos se crió desde el año y medio con sus abuelos que vivían en la ciudad de Stambourne. A los siete años volvió al hogar de sus padres, pero en las vacaciones regresaba a casa de los abuelos. Definitivamente, esos primeros días de su vida fueron marcados con la bendición y el ejemplo de ellos. Pero también, la madre de Carlos fue una hermosa influencia para él, pues todos los domingos por la tarde, ella acostumbraba a reunir a sus hijos alrededor de la mesa, les leía la Biblia y luego les explicaba cada versículo, para luego aconsejarles y orar juntos.

Cuando cumplió los catorce años (1848), conjuntamente con uno de sus hermanos, fue enviado al Colegio de San Agustín, en la ciudad de Maidstone, dominando desde joven la redacción, aritmética, ortografía, gramática griega, latín y la filosofía.

El 6 de enero de 1850, se encaminaba hacia cierta iglesia, pero una tormenta de nieve le obligó a ingresar a una más cercana. A falta de pastor, pues éste no llegó por el mal tiempo existente, tomó el puesto un zapatero para remediar la emergencia. Este abrió las Escrituras en Isaías 45.22, al final de la predicaba se dirigió a Carlos, animándole que hiciera su decisión por Cristo, ese día se encontró con su Señor al cual muchas veces le había rehuido.

Inmediatamente, empezó a trabajar en la obra, enseñando en la escuela dominical, repartiendo folletos y visitando a los pobres. Con dieciséis años, se enroló en la Asociación de Predicadores Laicos, predicando su primer sermón en una casa de campo, en la ciudad de Cambridge. Estando aún en la escuela, Carlos ya predicaba en capillas, casas y reuniones al aire libre hasta en trece poblados de la ciudad.

En el año 1852, cuando sólo tenía 18 años, fue invitado a pastorear en la iglesia de Waterbeach, en la cual estuvo por espacio de dos años, pues fue invitado a predicar en la iglesia Park Street Chapel de Londres, una de las primeras iglesias bautistas. Esta invitación le tomó por sorpresa pues era una de las seis iglesias más grandes de esa época. El 25 de enero de 1854 se le invitó a ocupar el púlpito por seis meses con miras al pastorado permanente, antes del tiempo establecido era nombrado oficialmente pastor de la iglesia.

Desde que este hombre de casi 20 años, tomó el pastorado de la iglesia Park Street Chapel, la asistencia fue creciendo, a tal punto que se tuvo que ampliar sus instalaciones varias veces, pues cada vez se quedaban multitudes en las calles adyacentes sin poder ingresar.

Esta situación obligó muchas veces a la iglesia a alquilar edificios como el Exeter Hall y el Surrey Music Hall que contaban con mayor capacidad para albergar a la gente que asistía a los cultos. Justamente en el último de estos edificios, ocurrió un hecho que conmovió tanto a Spurgeon que pasó toda la noche y el día  siguiente llorando, y días enteros de aflicción: unos enemigos de la obra habían dado la alarma de incendio, la gente salió despavorida del salón dejando un saldo de 7 personas muertas y 28 heridas gravemente. Sin embargo, los hechos no lo amilanaron y la obra siguió creciendo.      

Durante su trabajo pastoral conoció a Susana con la cual se casó el 8 de enero de 1856 dándole un par de gemelos: Carlos y Tomás. Para entonces, Spurgeon ya predicaba a multitudes de más de 10,000 personas todos los domingos, por lo cual se tomó la decisión de construir el  Tabernáculo Metropolitano. La obra fue culminada en marzo de 1861.

Charles Spurgeon fue invitado por muchas iglesias predicando en diversas ciudades de toda Inglaterra, Escocia, Irlanda, Gales, Holanda y Francia. Predicaba al aire libre como en grandes edificios. El lugar en que mayor auditorio predicó fue el Crystal Palace de Londres ante un número de 23,654 personas. El 7 de junio de 1891 predicó su último sermón en el Tabernáculo Metropolitano.

Su vida no sólo se caracterizó por la predicación únicamente, también se dio tiempo para escribir y hacer obras en beneficio de los demás. Sus obras constituyen una biblioteca de 135 tomos entre las cuales se pueden mencionar:

¨      Los siete volúmenes sobre Los Salmos denominada "La Tesorería de David".
¨      La publicación de un sermón por semana con un número tan grande de sermones que aún leyéndolos uno por día, ni en diez años se podría terminarlos.

También, fundó y dirigió el orfanato de Stockwell con diez casas y una capacidad para 5000 niños, fundó y dirigió un Colegio de Pastores, formó y presidió una sociedad para la distribución de Biblias y Tratados, estableció un círculo de escuelas dominicales e iglesias.

El 31 de enero de 1892, en la ciudad de Mentone (Francia) con 57 años de vida, Carlos Spurgeon partió para encontrarse con su Señor, después de haberle servido cuarenta años en el ministerio que Él le había encargado.

SUS PALABRAS:

  • "Entre dos males no elijas ninguno".
  • "Guárdate del hombre que no valora su propio carácter".
  • "Cuando no podamos ver el rostro de Dios, tengamos confianza bajo la sombra de sus alas".
  • "Poca fe bastará para llevarnos al cielo, mas una gran fe traerá el cielo hasta nosotros".
ENSEÑANZAS PARA NUESTROS DIAS:

La vida de Carlos Spurgeon deja en nuestras vidas una hermosa impresión, y un anhelo muy profundo de llegar siquiera a tener algo del grado de entrega, fortaleza y de íntima comunión con Dios que tuvo este hombre conocido como el Príncipe de los predicadores. El tiempo que dedicaba a Dios para buscarle en oración, su deseo ferviente de entender cada versículo de las Escrituras, su sensibilidad a la indigencia y al dolor humano, su vitalidad para mantenerse siempre listo para la obra son algunas características de su vida que definitivamente nos desafían.

Entre los distintos aspectos que definen su vida podemos destacar los siguientes:
 
1.   Desde muy pequeño compartió tiempo en casa de sus abuelos los cuales influyeron positivamente en su vida espiritual. Asimismo la dedicación de su madre quien disponía un tiempo cada domingo por la tarde para reunirse con sus hijos para leerles la Biblia, y luego explicarles cada versículo, aconsejarles y luego orar juntos.

      Cuanta falta hace hoy, en pleno siglo XXI, que los padres de familia compartan  un tiempo de meditación bíblica con sus hijos, e instruirles en las verdades y tesoros de la Palabra de Dios. Consideramos que como padres es nuestra obligación darles una buena educación, alguna herencia, y algo más, creyendo que con esto ya hemos cumplido. Pero nos estamos olvidando que debemos dejarles el legado más preciado e importante: los recursos espirituales cuando las tormentas arrecien en los momentos difíciles de sus vidas. Lamentablemente no los equipamos para la lucha diaria. 

      Cuanta razón tenía el rey Salomón, cuando en el libro de Proverbios aconsajaba a los padres de familia de la siguiente manera:  "Enseña al niño el camino en que debe andar, y aún cuando sea viejo no se apartará de él". Proverbios 22:6

2.   En la vida familiar de los Spurgeon, el culto en el hogar ocupaba un lugar especial. No era una opción o una alternativa de vida la cual se podía dejar de lado cuando no se encontraban en la comodidad del hogar. Dios premiaba esta prioridad para la familia con su presencia.

     Susana, la esposa de Carlos, lo aseveraba con su testimonio: "Practicábamos el culto doméstico, ya fuese hospedados en un rancho en las sierras, ya en un suntuoso cuarto de hotel de la ciudad. Y la bendita presencia de Cristo, que para muchos creyentes parece imposible alcanzar, era para él la atmósfera natural; él vivía y respiraba en el Señor".

      Hoy lamentablemente los padres, aun cristianos, dejan a sus hijos al cuidado de la empleada del hogar, o sino les compran una película de dibujos animados o de estreno infantil, y los dejan frente al televisor horas de horas, así la labor que les compete a ellos es delegada a un artefacto eléctrico.

      Así desobedecemos lo que Dios nos encargó respecto al cuidado y crianza de nuestros hijos: "Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Y las atarás como una señal a tu mano, y serán por insignias entre tus ojos. Y las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas". Deuteronomio 6: 6-9   

2.   El secreto de la predicación Carlos Spurgeon, se encontraba en la inversión del tiempo que dedicaba al estudio de la Palabra, buscando el rostro de Dios en oración,  pidiéndole su iluminación para entenderla y confiado en la asistencia del Espíritu Santo. Es entendible entonces porque se llenaban los lugares en los cuales él predicaba. Una vez reveló como es que lograba entender las Escrituras, le pedía a Dios: "¡Oh Señor, muéstrame el sentido de este pasaje!". Tiempo después dijo lo siguiente: "Orar acerca de las Escrituras es como pisar las uvas en el lagar, trillar en la era, y extraer el oro de las minas". Susana, una vez afirmó lo siguiente: "Él daba mucha importancia a la media hora de oración que pasaba con Dios antes de comenzar el culto". 

3.   No se puede dejar de mencionar el sentimiento común que como pareja tenían Carlos y Susana Spurgeon. Su amor por el prójimo que se encontraba en la pobreza material y espiritual era evidente. Se sacrificaron con el afán de colocar libros espirituales para ayuda de los predicadores pobres, además ayudaban al sustento de las viudas y huérfanos. Es mas, cuando recibían grandes sumas de dinero preferían darlo para el avance de la obra de Dios.

4.    Otra característica de su personalidad era su humildad, a pesar de haber fundado varias iglesias y creado muchos organismos para la ayuda del necesitado, nunca reclamó su autoría o fama alguna. Sus predicas no buscaban su propia gloria sino la exaltación de Jesucristo. El objetivo de su prédica era presentar el mensaje de la cruz.

5.   Es importante mencionar de cuanta bendición fue la vida de Spurgeon para su propia esposa, pues cuando éste partió a la eternidad, ella se arrodilló y con lágrimas oró a Dios de la siguiente forma: "¡Oh bendito Señor Jesús, te agradezco el tesoro que me prestaste durante todos estos años; ahora Señor, dame fuerzas y dirección para seguir en el futuro!". Amado amigo o hermano, ¿crees tu que cuando Dios te llame a Su presencia tu esposa podría dirigirse a Él en estos términos ?
     
      Estamos convencidos que CHARLES SPURGEON se constituye como ejemplo, un modelo de vida, que nos reta a adoptar una forma de vida similar para llegar a ser bendición a nuestras familias, que es la primera responsabilidad que Dios nos ha dado. Recuerda este es el orden de prioridades: Dios, familia y luego la iglesia.

    ¡WARNING/CUIDADO!: Esto no lo resuelven los Encuentros o los Retiros que hacemos periódicamente en nuestras iglesias. Esto se puede resumir en dos cosas: cada día mantener rodillas e intimidad, esto es, oración y relación estrecha con el Señor... amados ¡ahí es donde se cargan las pilas!... ¡NECESITAMOS ESTAR TODO EL TIEMPO EN LA PRESENCIA DE DIOS!... por eso es que necesitamos todo el tiempo ENCUENTROS para revitalizarnos y energizarnos, pues no tenemos tiempo para invertirlo con el Señor, ¡no queremos pagar el precio con el Señor!.

     Bueno el tema da pará más, pero en algún momento estaremos tocándolo, pues ha quedado mucha tinta en el tintero, o sino como decía un "amigo" podemos verlo frente a un cevichito, por supuesto con su Inka Kola.   

      ¡Que el Dios de toda carne te fortalezca y te conceda la sabiduría para hacerlo!

No hay comentarios: