EL PACTO DE DIOS

EL PACTO DE DIOS: "El Señor te pastoreará siempre, en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos, y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca se agotan. Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas, los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de muros caídos, restaurador de casas en ruinas" Isaías 58.11-12

lunes, 9 de diciembre de 2013

Cuando el temor nos quiere dominar

Una joven mujer se encontraba esperando un autobús en un área en la que había mucha delincuencia, cuando un policía novato se le acercó, y le preguntó: "¿Quiere que espere con usted?".

"Eso no es necesario, no tengo miedo", ella le contestó. El policía sonriendo, le dijo: "Pues yo sí. ¿Le importaría esperar conmigo?.

Igual que ese policía, los cristianos debemos estar dispuestos a admitir que a veces tenemos miedo: a morir, a contraer cáncer, a perder la mente, a perder el trabajo, a no dar un buen examen, a no lograr ingresar a  la universidad, a que nuestros hijos se metan en problemas, a envejecer, entre otras fobias o miedos.

No nos gusta confesarlo, ni menos reconocerlo, por lo que podríamos ignorar, negar, o reprimir esos temores. Sin embargo, para vencer nuestros temores es necesario primero reconocerlos.

El salmista reconocía sus temores, el escribió:

Salmo 56:3  En el día que temo, Yo en ti confío. 
Salmo 56:4  En Dios alabaré su palabra; En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre? 

Esa confianza en el Señor se traduce en una seguridad que cada vez sea hace mayor: "No temeré" (v.4). Afirmación que se repite por segunda vez en el verso 11. Eso era mucho más que un monólogo. Era una decisión consciente, una resolución de confiar en Dios: "No temeré".

Así como lo escribió el salmista, a lo largo de nuestras vidas pueden parecer temores, pero también es cierto que podemos vencerlos. Admitir que tenemos miedo es admitir que somos humanos. Pero admitir que tenemos miedo, y luego confiar en el Señor, y seguir adelante elimina el temor al temor. A eso nos ha llamado el Señor.

Recuerda que no tenemos nada que temer, excepto al temor mismo. Además, si recuerdas Jesús ha prometido estar con nosotros todos los dias de nuestras vidas ¿Lo crees? No te olvides que Él pelea nuestras batallas, y hasta ahora en todas ha salido victorioso, a favor nuestro.

Tomado y adaptado de Nuestro Pan Diario.

Félix Jara

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