EL PACTO DE DIOS

EL PACTO DE DIOS: "El Señor te pastoreará siempre, en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos, y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca se agotan. Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas, los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de muros caídos, restaurador de casas en ruinas" Isaías 58.11-12

martes, 10 de enero de 2012

Señor ¿Qué debo de cambiar?

Cuando era muy joven, oraba: "Señor, dame energía para cambar el mundo".

Al llegar a los cuarenta, y darme cuenta de que la mitad de mi vida se había ido sin que yo hubiese cambiado una sola alma, modifiqué mi oración: "Señor, dame la gracia para cambiar a todos aquellos con quienes tengo contacto, solamente mi familia y mis amigos, y estaré satisfecho".

Ahora, que ya soy un anciano, y mis días están contados, mi única oración es: "Señor, dame la gracia de cambiarme a mí mismo".

¡Si hubiera orado de esta forma desde el principio, no hubiese desperdiciado mi vida!
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Hasta aquí la ilustración, pero después de meditar en ella, a mi mente viene el Salmo 90 que es un oración de Moisés:
Salmo 90:12-13  Enséñanos a contar de tal modo nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría. Vuelvete, SEÑOR; ¿hasta cuándo? y compadécete de tus siervos.


En este Salmo el autor (Moisés) no se dirige en oración a Dios para pedirle prosperidad, bendición, sanidad, unción, fortaleza, poder, fama, milagros espectaculares, don de lenguas, don de sanidad, dones espectaculares, negocios lucrativos, un pueblo grande o una iglesia grande con arcas llenas de diezmos, avivamientos, etc. Siendo líder de Israel no pide más poder, ni más fama o fuerza, sólo se limita a solicitar al Señor, que le capacite para aprovechar los años vividos, de tal manera le capacite a poder ser lleno de sabiduría, es decir que el tiempo vivido hasta ese momento no haya pasado en vano por su vida...


¡Hace falta a los líderes de la Iglesia del Señor reconocer nuestras falencias, en especial de Sabiduría, y aún así se gozara de ella. Algunos están preocupados en que la Iglesia crezca en volumen, pero no en está tenga calidad espiritual, pero... Sin embargo, la idea es clamar a Dios constantemente para que cada día alumbre en nosotros Su luz y nos conceda la gracia de tener mayor Sabiduría para bendecir a Su Iglesia. Cuidado, esto también es viable para los padres de familia que tienen la bendita responsabilidad de bendecir sus familias.

Recordemos, también como Josué ante el gran reto de guiar al pueblo de Israel a la Canaán prometida, y requerido por Dios para saber que es lo que deseaba; lejos de pedirle oro, dinero, tesoros o poder, le pide únicamente sabiduría.

Razón tenía Santiago, el autor de la carta que lleva su nombre, a animar a la Iglesia del Señor a pedirle sabiduría; o también como cuando el autor de Proverbios se dirige a su hijo casi rogándole a que busque la sabiduría. 

¡Que grande necesidad es la que el pueblo de Dios tiene en estos tiempos difíciles: ver las cosas de la vida con Sabiduría!. Es necesaria para cuidar y amar a nuestro conyugüe, para capacitar e instruir a nuestros hijos, para saber comportarnos en el trabajo o en la universidad o colegio, para afrontar las aflicciones y las pruebas, o para saber dar testimonio de nuestra fe anunciando las buenas nuevas.

Pidamos sabiduría para cada día, todos la necesitamos para poder bendecir a los demás, empezando por casa. De tal modo, que podamos decirle: Vuelvete, SEÑOR; ¿hasta cuándo? compadécete de tus siervos.


Así que ya sabes pidamos constantemente al Padre de nuestras vidas nos conceda la gracia de vivir cada día con Sabiduría, pero de lo Alto.
Que el Dios de toda carne te bendiga...
Que así sea...

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