Se cuenta de la existencia de un albañil que estaba a punto de jubilarse. Este trabajador comunicó a su jefe su deseo de dejar el trabajo.
El jefe recibió la noticia con mucha tristeza por su marcha, así que le pidió que trabajase en el último proyecto que tenía en cartera.
El albañil no quiso aceptar, sin embargo lo hizo no de muy buena gana. Con esa actitud quedaba claro que él no se entusiasmó con la idea. Por eso hizo un trabajo de mala calidad, y de mala manera. Evidentemente, era una mala forma de terminar su carrera.
Cuando terminó, el jefe fue a revisar la casa construida, cual no sería la sorpresa del albañil cuando su jefe le entregó la llave de la casa, diciéndole: "Esta es tu casa. Es mi regalo para ti".
El albañil se quedo sorprendido.. ¡Qué pena! si hubiera sabido que estaba construyendo mi propia casa, habría actuado de forma diferente.
¿Sabes? Tu eres el albañil, toda la vida haciendo paredes, poniendo techos. ¿Te han dicho ya que la vida es un proyecto que tú mismo te construyes?
Tus actitudes y decisiones de hoy están construyendo la "casa" en que vivirás mañana.
A veces nos sucede, que construimos nuestra vida, un día tras otro, haciendo lo justo por nuestra construcción. Después, sorprendidos, descubrimos que necesitamos vivir en la casa que nosotros mismos nos hemos construido.
Hasta aquí la historia y la enseñanza de un mensaje de correo que recibí hace muchos años de una amiga de la familia muy querida. Sin embargo, este relato me recuerdan TRES PRINCIPIOS DE VIDA que se han constituido en parte de nosotros (para Eli y para mi), las cuales hemos enseñado desde que empezamos a servir como pareja, y como pastores, en los ministerios que nos ha tocado desempeñar en la Iglesia del Señor, hace ya casi 20 años.
Obviamente, estos principios emanan de las Escrituras, y están basados en las epístolas del apóstol Pablo. Dos de ellos se encuentran en la carta a los Colosenses, y uno en las segunda carta a los Corintios:
I.- PRINCIPIO DE CORAZÓN:
Col 3:23-24 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.
Creo que es un tremendo versículo que nos permite como cristianos enfocar las cosas que nos toca hacer debidamente, desde una óptica diferente a como el común de la gente lo podría hacer.
Notemos que el apóstol escribe "TODO LO QUE HAGÁIS", es decir esto incluye a todas las cosas que nos toca hacer a diario como: trabajo en la oficina, labores en la casa, servir en la iglesia, estudiar en el colegio o en la universidad, entre otras, y nos enseña la manera de cómo las deberíamos hacer TODAS ESTAS COSAS:
1.- Que todo lo que hagamos lo HAGAMOS DE CORAZÓN.
2.- Que todo lo que hagamos lo HAGAMOS PENSANDO QUE SON PARA DIOS y no para el hombre, y por tanto,
3.- RECIBIREMOS RECOMPENSA COMO UN LEGADO porque estamos sirviendo al Rey de reyes.
II.- PRINCIPIO DE PALABRA Y OBRA:
Col 3:17 Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.
Aquí, el apóstol nos anima a que una vez más a que TODO LO QUE HAGAMOS (de palabra o de obra) lo hagamos bajo dos condiciones fundamentales:
1.- Que lo hagamos en EL NOMBRE DE JESUCRISTO, Nombre que es sobre todo Nombre.
2.- Que lo hagamos que DANDO GRACIAS A DIOS a través de Jesucristo.
III.- PRINCIPIO DE GLORIA.
1Co 10:31 En conclusión, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios.
Este versículo es uno de nuestros predilectos, pues no señala una vez más que las TODAS LAS COSAS QUE HAGAMOS: "ya sea sea que coman o beban o cualquier otra cosa", o sea todas las cosas que hagamos, sean hechas para LA GLORIA DE DIOS... AMÉN!!!
Por último, si hacemos un análisis de la acción del verbo en el original, nos podemos percatar que el verbo "hacer" que menciona el apóstol en los tres versículos se encuentran en tiempo presente, lo que nos indica que todo lo que hagamos lo debemos de hacer TODO EL TIEMPO, CADA DÍA y DE MANERA CONSTANTE.
Que tremenda es la Palabra de Dios...verdad?.
Que el Señor bendiga nuestras vidas, y a la persona que permitió que accedemos a esta hermosa historia la cual nos ha dado pie para exponer estos hermosos PRINCIPIOS DE VIDA para nosotros. No esperemos el próximo año para aplicar estas enseñanzas, empecemos desde hoy, y como siempre decimos aquí enseñemos estos principios a nuestros hijos... para bendición de ellos y de nuestras futuras generaciones.
QUE EL DIOS DE TODA CARNE BENDIGA A TI Y A TU FAMILIA...
¡QUE TENGAN UNA FELIZ NAVIDAD Y UN AÑO BENDECIDO HACIENDO LAS COSAS DE CORAZÓN, EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO Y PARA LA GLORIA DE DIOS.... AMÉN!
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