EL PACTO DE DIOS

EL PACTO DE DIOS: "El Señor te pastoreará siempre, en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos, y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca se agotan. Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas, los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de muros caídos, restaurador de casas en ruinas" Isaías 58.11-12

Tiempo Devocional

"Así ha dicho el Señor Jehová: Aún seré solicitado de la casa de Israel, para hacerles esto" Ezequiel 36.37

La oración es precursora de la misericordia, Contempla la historia sagrada y hallarás que casi nunca llegó una gran misericordia a este mundo sin haber sido precedida por plegarias. La oración es siempre el prefacio a la bendición. Va delante de la bendición como si fuera la sombra de la bendición. Cuando la luz de las misericordias de Dios ilumina nuestras necesidades, divisamos la sombra de la oración en el fondo del valle. O, para utilizar otra ilustración, cuando Dios acumula un cerro de misericordias, El mismo resplandece detrás de ellas, y echa sobre nuestros espíritus la sombra de la oración para que podamos permanecer seguros, si estamos constantes en oración, de que nuestras plegarias son las sombras de la misericordia. En esta forma la oración está conectada con la misericordia para mostrarnos su valor.
SPURGEON


Yo quisiera verlos libres de preocupaciones. I Corintios 7.32

No anticipes los cambios y azares de esta vida con temor. Más bien anticípalos con la plena esperanza que, a medida que nos lleguen, Dios a quien perteneces, te librará de ellos. El te ha guardado hasta ahora, afírmate de su bendita mano, y El te guiará a través de todas las cosas; y cuando no puedes mantenerte de pie, El te llevará en sus brazos. No anticipes lo que sucederá mañana. El mismo Padre que te cuida hoy te cuidará también mañana, y todos los días. O te resguardará del sufrimiento, o te dará la fuerza necesaria para soportarlo. Manténte en paz, entonces, y desecha toda ansiedad y preocupación.
Francis de Sales

No amen al mundo, ni las cosas que están en el mundo. I Juan 2.15

Si nos acercamos a la orilla de un arroyo, y observamos los insectos que acuden a bañarse allí, notaremos que, aunque sumergen sus cuerpos en el agua, mantienen sus alas afuera del agua, y después de su baño se retiran volando con sus alas completamente secas. Allí hay una lección para nosotros. Aquí estamos sumergidos en las preocupaciones y los negocios del mundo; pero mantengamos las alas de nuestra alma, nuestra fe y nuestro amor, aparte de este mundo, para que así podamos estar listos para emprender nuestro vuelo al cielo.
J. Inglis

Mat 25:21, 26 
Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor... Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí.

Dios no nos hace responsables por lo que tenemos, sino por lo que podríamos tener; no por lo que somos, sino por lo que podríamos ser.
Mark Guy Pearse

Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo.  Salmo 55:22

Aquel que trata de llevar sus propias cargas pronto se encontrará agobiado bajo su peso inquietante. El temor de lo que pueda suceder, la expectativa de lo que va a suceder, el deseo por lo que no sucederá, y su incapacidad para remediar todo esto, inevitablemente le acarreará una tormenta continua. Yo echaré mis cargas sobre mi Dios. El me lo ha pedido. Ellas no lo pueden dañar, y Él las puede remediar.
Hall

Y Marta dijo a Jesús: Señor... sé ahora que todo lo que pidieres de Dios, te dará Dios. Jesús le dijo: Resucitará tu hermano. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección en el día postrero. Juan 11. 21-24

Cuídate sobre todas las cosas de no limitar a Dios en tus oraciones, no solamente por tus dudas, sino también por creer que tú sabes lo que Él sea capaz de hacer. Espera las cosas inesperadas, más allá de todo lo que pedimos o pensamos. Cada vez que intercedas, permanece quieto y adora a Dios en su gloria. Piensa en lo que Él puede hacer, en como Él se deleita en escuchar a Cristo, en tu posición en Cristo, y espera cosas grandes.
Andrew Murray

Considerad cuán grandes cosas ha hecho con vosotros.
I Samuel 12.24

Considera el camino por el cual el Señor tu Dios te ha llevado ¿No lo ves señalado por diez mil bendiciones disfrazadas? Recuérdate del auxilio enviado en el momento crítico, el camino bueno que te fue mostrado en lugar del camino errado que habías elegido; aquella cosa dañina que tanto amabas, arrancada de tu vida; la tregua conferida justamente cuando tu espíritu agitado y probado más la necesitaba. ¡Oh! ¿No ha estado Jesús a tu lado cuando menos lo sabías? ¿No ha rodeado el amor infinito a cada suceso con sus brazos sempiternos, e iluminado cada nube con su misericordia? ¡Oh! vuelve sobre tus pasos y observa su huella en cada uno de ellos. Agradécele por todas, y aprende la necesidad de apoyarte con más sencillez en Jesús.
F. Whitfield

El amor de Cristo nos constriñe.
II Cor. 5.14

El amor de Cristo es demasiado grande para ser contenido en un solo corazón. Se desbordará hacia otros corazones; se dará libremente para el enriquecimiento de otras vidas. El amor de Cristo es costoso para aquellos que lo poseen. Los llevará por el mismo camino por donde anduvo Él. Si a Él le costó la cruz, a ellos les costará igual.
J.M. Campbell

Exo 2:3 Pero no pudiendo ocultarlo por más tiempo, tomó una cestilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea. Entonces puso al niño en ella, y la colocó entre los juncos a la orilla del Nilo.

La madre de Moisés colocó la canasta de juncos en un carrizal a la orilla del río. Sí, ¡pero previamente la colocó en el corazón de Dios! No podría haberla dejado tan valerosamente en el Nilo, si primero no la hubiera dejado confiadamente bajo la protección y el amor divinos.

A menudo nos sentimos sorprendidos al observar la serenidad de personas que han sido llamadas a ejecutar tareas desagradables y difíciles, pero si hubiéramos podido observarlas en privado, conoceríamos la preparación a la cual se sometieron antes de salir a la vista de los hombres.

Condúcete bien en el santuario si quieres conducirte bien en el mercado. Manténte constante en oración si deseas mantener la calma en la aflicción. Comienza tu carrera desde el mismo trono de Dios, si quieres correr bien y ganar el trofeo.
Joseph Parker

Juan 8: 29 Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.

Aquel que mantiene la comunión íntima con el cielo es aquel que desempeña mejor los deberes de la vida diaria.
Seleccionado

Filipenses 1:21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.

Habita en Cristo, y estarás en los suburbios del cielo. Solamente existe una muralla delgada entre ti y la tierra de las alabanzas. Estás a una hora de navegación de la costa de la nueva Canaán.
William Rutherford

Josué 5:14 El respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Ciertamente Israel podía enfrentarse ahora con el enemigo con una confianza inalterable, y cantar la victoria aun antes de haber ganado la batalla.

Lo mismo sucede con el cristiano. No se enfrenta a una contienda insegura, el resultado del combate no es dudoso. La lucha puede ser dura, la batalla larga; en ocasiones, igual que el peregrino, puede ser derribado al suelo y estar a punto de perder su espada: pero aunque esté abatido no será destruido. Tiene al CAPITÁN de la salvación a su favor, y en medio de la contienda más ruda puede exclamar: "Gracias sea al Señor, quien nos da la victoria mediante nuestro Señor Jesucristo".
S.A. Blackwood

Gálatas 6.7 Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
Las acciones más comunes de la vida quedan revestidas de la más alta grandeza cuando reflexionamos cómo sus consecuencias se extienden hasta la eternidad. Es ahora cuando nuestras manos están sembrando la semilla para aquella gran cosecha.

Nos encontraremos nuevamente con todo lo que hacemos y lo que hemos hecho. Los sepulcros devolverán los muertos, y el pasado levantará de las tumbas del olvido todo lo que resguarda en su poder, para que pueda dar testimonio verdadero en favor, o en contra de nosotros.
Guthrie

Éxodo 34.2 Prepárate también para subir al monte Sinaí mañana por la mañana, y preséntate ante mí en la parte más alta del monte.

El amanecer es la hora fijada para mi encuentro con el Señor. Esa palabra amanecer es para mí como un racimo de uvas maduras. Déjeseme estrujarlas, y beber del vino sagrado.

¡En el amanacer! Es entonces cuando Dios desea que yo esté a la altura de mis fuerzas y esperanzas. No necesito ascender en mi debilidad. En la noche enterré la fatiga del día, y en la mañana recibo una nueva provisión de energía.

¡Dulce amanecer! hay esperanza en su música. ¡Bendito será el día cuya mañana es santificada! ¡Fructífero será el día cuya primera victoria ha sido lograda en oración!

¡Santificado será el día cuya aurora te encuentre en la cima dle monte! la salud se restablece en la mañana. Las riquezas son ganadas en la mañana. La luz es más resplandeciente en la mañana. "Despiértate, salterio y arpa; yo despertaré al alba".
Joseph Parker

Hebreos 10.32 Después de haber sido iluminados, sufristeis gran combate de aflicciones.

Nuestra intrepidez frente al mundo por la causa de Dios será siempre el resultado de un trato individual con Dios en privado. Nuestras victorias sobre nosotros mismos, el pecado y el mundo, son siempre logradas donde sólo el ojo de Dios nos ve... Si no sufrimos estos conflictos secretos, tampoco tendremos luchas abiertas. La ausencia exterior de lucha revela el adormecimiento interno del alma.
F. Whitefield
  
Apocalipsis 3:18-19 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.

Observé cierta vez cómo una sombra oscura descansaba sobre la falda de un cerro. Buscando su causa vi una nubecita, resplandeciente como la misma luz, flotando en el cielo azul.


Así sucede con nuestras penas. Aquí en la tierra todo puede parecernos triste y oscuro, pero mira arriba y verás que es solamente la sombra de su esplendor cuyo nombre es AMOR.

Isaías 30.18 Sin embargo, el Señor esperará para tener compasión de vosotros.
Así procede Dios con nosotros. En las tinieblas de la noche su paso se aproxima sobre las olas del mar. Al despuntar el día fijado para su ejecución, el ángel acude a la celda de Pedro. Cuando la horca esperaba a Mardoqueo, el insomnio real motivó una reacción a favor de los judíos amenazados.

¡Ah, alma mía! Puede llegar tu hora más oscura antes de que seas liberada, ¡pero lo serás!. Dios te puede hacer esperar, pero jamás se olvidará de su pacto, y aparecerá para cumplir su palabra inviolable.



Oseas 6:3 Y conoceremos, y proseguiremos en conocer al Señor.

El Señor nos ha colocado en el camino del conocimiento divino, y nos manda a seguir este camino a través de sus extraños rodeos hasta que nos conduzca al mismo trono de Dios.



Nuestra vida es un proseguir hacia el pleno conocimiento del Señor. Nos maravillamos de algunas de las experiencias que estamos llamados a confrontar, pero después nos damos cuenta que nos proporcionaron algún nuevo conocimiento de nuestro Señor.



No necesitamos esperar una oportunidad más brillante; más bien por medio del mejoramiento del presente debemos construirnos un puente hacia aquel futuro esperado.


Colosenses 4:2 Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias...
¿No deseas ninguna cosa? Entonces me temo que no conoces tu pobreza. ¿No tienes ninguna gracia que pedirle a Dios? Entonces que la misericordia del Señor te muestre tu miseria.
Un alma sin oración es un alma sin Cristo. La oración es el balbuceo del niño creyente, el clamor del luchador cristiano, el réquiem del santo moribundo que duerme en Jesús.

Salmo 134:1-3 Mirad, bendecid al Señor, vosotros todos los siervos del Señor, los que en la casa de Jehová estáis por las noches. Alzad vuestras manos al santuario, y bendecid a Jehová. Desde Sión te bendiga Jehová, el cual ha hecho los cielos y la tierra.

Si deseo conocer el amor de mi amigo, debo observarlo durante el invierno crudo. Así también con el amor a Dios. Me es muy fácil adorar al calor del sol, cuando las melodías de las aves trinan en el aire perfumado y la fruta cuelga del árbol.

Pero cuando el canto del ave llega a su fin, y la fruta del árbol se cae ¿seguirán las alabanzas en mi corazón? ¿Moraré en la casa del Señor al atardecer? ¿Lo amaré durante su noche oscura? ¿Velaré a su lado siquiera durante una hora de su Getsemaní? ¿Ayudaré a cargar su cruz por la vía dolorosa?



Colosenses 3:11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre; mas Cristo es el todo, y en todos.
El servicio de Cristo, es el propósito de mi vida.
La voluntad de Cristo, es la ley de mi vida.
La presencia de Cristo, es la felicidad de mi vida.
La gloria de cristo, es la corona de mi vida.


Rom 6:4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

Mi amor ha venido adonde Él en su humillación. Mi fe lo ha hallado en su humildad. Mi corazón ha reconocido su majestad a través de su indigno disfraz, y ahora sé que no anhelo la dádiva sino al Dador. Cuando yo pueda morar en su casa en la hora de las tinieblas, lo habré aceptado por Sí solo.


Aquella es la vida que estamos llamados a vivir, u aquella es la vida que es nuestro privilegio llevar; porque Dios nunca no hace una llamada sin que ésta sea a la vez un privilegio, y jamás nos concede el privilegio de ascender más alto sin primero estrecharnos la mano para levantarnos. Remonta más y más alto hacia las realidades y las glorias encubierta con Cristo en Dios.

Despójate de todo impedimento, vuélvete la espalda a toda contaminación, entrégate como arcilla en las manos del alfarero para que Él pueda estampar sobre ti la plenitud de su gloria resucitada, y para que tú, viendo como en un espejo la gloria del Señor, Puedas ser cambiado y cambiada de gloria en gloria por el Espíritu del Señor.

Mat 5:44-45 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.

Estaba en la cárcel gravemente enfermo. A mi derecha yacía un cristiano llamado Iscu, quien había sido golpeado y torturado brutalmente por su fe. Él agonizaba, sin embargo estaba tranquilo. Acostado a mi izquierda estaba el hombre que lo había torturado hasta dejarlo medio muerto, y cuyos compañeros a su vez lo habían detenido y maltratado. Ahora él también estaba a punto de morir.

Una noche se despertó y llamó a Iscu: "Por favor, haga una oración por mí, pues los crímenes que cometí son tan atroces que no soy capaz de morir". Iscu llamó a dos presos, se apoyó en ellos, pasó a mi lado, se sentó al borde del lecho de su verdugo y le acarició la cabeza. ¡Fue un espectáculo muy especial!

Nunca olvidaré esa escena, ese gesto de amor hacia el hombre que lo había golpeado tan brutalmente y que era responsable de su pronta muerte. A su gesto añadió: "Lo he perdonado de todo corazón, lo amo; pero Jesús, el Hijo de Dios, el amor encarnado, lo ama y s´lo Él puede borrar sus pecados para siempre. Acuda a Él, quien le espera pacientemente. Él también quiere perdonarlo, pero es necesario que usted se arrepienta".
En aquella celda fui testigo del arrepentimiento del verdugo, quien confesó todos sus crímenes ante dios y ante aquel a quien había torturado. Oraron juntos, se abrazaron, e Iscu volvió con mucha dificultad a su lecho. Murieron la misma noche, los dos en paz con si Salvador.
Amén-Amén

Heb 12:2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
¿Y cómo podemos lograrlo? De dos maneras. Escala la montaña, y los objetos en el valle se verán muy pequeños; cuanto más asciendas mas insignificantes parecerán. Mantén tu comunión con Dios, y los enemigos amenazantes del mundo aparecerán muy debilitados.
La otra manera es abrir las cortinas y mirar lo que hay delante. Las pequeñas colinas al pie de los encumbrados Alpes pueden parecer altos cuando se observan del valle y mientras que las cumbres nevadas están envueltas en la niebla; pero cuando el viento despeja la cumbre, nadie mira a la colina.
Así también las dificultades y los pesares del mundo suelen verse muy grandes hasta que la nube se levanta. Pero cuando vemos las cumbres altas y blancas, lo de abajo no parece ser tan grande, después de todo. ¡Mira a Jesús, y tus dificultades disminuirán!

Lucas 24:27-28 Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían. Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos.
¿No es así mismo que Dios obra con nosotros? Se acerca a nosotros por medio de su Santo Espíritu, tal como se acercó a aquellos dos discípulos. Nos habla a través de la predicación del evangelio, por Su Palabra, por los muchos medios de gracia y las circunstancias providenciales de la vida.

Y habiendo hablado así, hace como que fuera más lejos. Si el oído está atento a su voz, y el corazón a su Espíritu, se elevará la plegaria, "Señor, quédate conmigo". Pero si aquella voz pasa desapercibida, Él sigue su camino, como ha tenido que hacer en miles de ocasiones, dejando al corazón cada vez más endurecido y al oído más cerrado al llamado del Espíritu.
Cantares 2:3 Como el manzano entre los árboles silvestres, así es mi amado entre los jóvenes; bajo la sombra del deseado me senté, y su fruto fue dulce a mi paladar.
Frances Ridley Havergal nos dice: "Este versículo me trae cuatro cuadros a la mente: bajo la sombra de una roca en una valle desolado; bajo la sombra de un árbol, más cerca; bajo la sombra de su ala, más cerca aún, en la sombra de su mano.
De cierto te digo, aquella mano no puede ser otra que la mano traspasada por los clavos a que a menudo nos oprime penosamente ¡Y que sin embargo nos está rodeando, sosteniendo y protegiendo eternamente!

Hebreos 4:9-10 Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.
¡Cuán dulce suena esta primera música divina flotando a través de las aguas de la muerte desde las torres de la Nueva Jerusalén!
Peregrino, desfallecido por tu largo y arduo caminar, ¡escúchala!. Es el REPOSO. Soldado, portando aún la sangre y el polvo de la lucha, ¡escúchala!. Es el REPOSO. Viajero, sacudido por las olas del pecado y del dolor, estremecido por el tumultuoso océano de este mundo ¡escúchala! ¡El puerto está a la vista! Aun las mismas olas que te sacuden parecen murmurar, "Así da reposo El a su bien amado".
Es la respuesta al prolongado suspiro del universo. La faena fatigosa de la alargada semana de este mundo llega a su término, y la calma de su sábado sin fin comienza ya. ¡El hombre, cansado y agotado, ha encontrado al fin el REPOSO tan ansiado en el seno de su Dios!.

Salmo 25:4-5 Muéstrame, oh Señor, tus caminos; enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día.
Hay una senda por donde cada hijo de Dios tiene que caminar, y en la cual sólo Dios nos puede acompañar. Sin embargo, tenemos que reconocer que son caminos que no siempre están libres de obstáculos y de tramos sinuosos.
¿Recuerdas a Israel cuando saliendo de Egipto camino a la tierra prometida se encontró entre el Mar Rojo y la espada de Faraón? Por eso es que el clamor del salmista nos enseña que debemos de ser conscientes de la necesidad de andar por los caminos de Dios por Fe.

Los caminos de Dios son caminos de Fe. Caminar por las sendas de Dios a veces es difícil ¿quién los puede recorrer sino es con Su guía? Sus caminos son extraños y nos llevan por senderos que no quisiéramos caminar pero confiemos el Señor va delante, Su nube va con nosotros. ¡Confía es la Shekiná de Dios con nosotros! FJara

Salmo 5:2-3 Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré. Oh Señor, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.
La mañana es la antesala del día, y debería ser cuidadosamente resguardada por la oración. Es una punta del hilo donde se hallan enhebradas las acciones del día, y debería ser anudada con devoción.

Si sintiéramos, más vivamente la majestad de la vida, seríamos más cuidadosos de sus mañanas.
Aquel que se precipita de su lecho a su trabajo y no espera para orar es tan necio como aquel que no espera para vestirse o lavarse, y tan imprudente como aquel que se lanza a la lucha sin armas ni coraza.

Bañémonos en el dulce río de la comunión divina, antes de que el calor del desierto y las cargas del camino nos comiencen a oprimir.

Éxodo 28:2  Y harás vestiduras sagradas a Aarón tu hermano,  para honra y hermosura.
Y nosotros ¿no tenemos vestidos de cárdeno, y púrpura, y símbolos bellos? Tenemos vestidos de alabanza, estamos revestidos de Jesucristo

¿Y no tenemos adornos? El adorno de un espíritu manso y apacible es de gran precio a la vista de Dios
¿Y no tenemos campanillas de oro? Tenemos las campanillas doradas de acciones santas. Nuestras palabras son campanas, nuestras acciones son campanas, nuestros propósitos son campanas.

Dondequiera que nos movamos, nuestro movimiento debe avanzar hacia lugares santos, hechos santos, conducta santa.


2 Reyes 6:16-17 El le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.
Justamente esto es lo que debemos de orar, por nosotros mismos, y por los demás: "Señor, abre nuestros ojos para que podamos ver", porque el mundo que nos rodea -como rodeaba también al profeta-, está lleno de caballos y carrozas de Dios, aguardando para llevarnos a gloriosas victorias. Y así cuando nuestros ojos estén abiertos, veremos en todos los sucesos de nuestra vida, sean grandes o pequeños, placenteros o tristes, una "carroza" para nuestras almas.
Cada cosa que venga será una carroza desde el momento que la tratemos como tal; pero por otro lado, aun las pruebas más pequeñas pueden transformarse para nosotros en "carros de miseria" para lanzarnos a la angustia y la desesperación, si así las consideramos.
Está en manos de cada uno de nosotros escoger lo que tales cosas serán en nuestra vida. Todo depende, no de los sucesos, sino de la manera en que nosotros los miramos. Si nos colocamos debajo de ellos y permitimos que corran sobre nosotros y nos aplasten, se tornarán en "carros de miseria", pero si montamos en ellos, como si fueran carros de victoria, y nos hacemos conducir triunfalmente y siempre para adelante, se tornarán en las carrozas de Dios.
¡Miremos en cada circunstancia de nuestras vidas los carros de Dios!

Éxodo 24:17-18 Y la apariencia de la gloria de Jehová era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel. Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.

La vida de comunión con Dios no puede ser edificada en un día. Comienza con la recomendación habitual de todo a Él, hora tras hora, así como hizo Moisés en Egipto. Pero avanza hacia periodos de comunión más y más prolongados; y halla su consumación y su dicha en días y noches de intercesión y espera y santa comunión.


            Isaías 40:30-31 Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Esto, alma mía, es el triunfo de tu ser ¡poder caminar con Dios! Volar pertenece al alma joven, es el romance de nuestra relación con Dios. Correr sin fatigarse pertenece al alma encumbrada, es la belleza de una relación con Dios. Pero caminar y no desmayarse pertenece al alma perfecta, es el poder de una relación con Dios.
¿Puedes caminar inmaculado por los caminos mancillados de los hombres? ¿Puedes tocar a los seres viles de la tierra y conservar la pureza de tu vestimenta? ¿Puedes tener contacto con pecadores y mantenerte sin mancha? ¡Entonces has traspasado el vuelo del águila!

Salmo 145:2  Cada día te bendeciré, y alabaré tu nombre eternamente y para siempre.
Los japoneses tienen un símbolo muy bello para expresar sus deseos con sus seres queridos. Es la figura de un tambor dentro de la cual las aves han construido su nido.

Según la leyenda, hubo cierta vez un buen rey, tan preocupado por el bienestar de sus súbditos que colocó en las puertas del palacio un tambor, para que cualquiera que tuviese alguna necesidad o hubiera sufrido una injusticia pudiera tocar el tambor, e inmediatamente, de día o de noche, el rey le concedería una audiencia al suplicante.
Pero existía tal prosperidad y contentamiento a través del reino que nadie necesitaba recurrir al tambor y las aves construyeron sus nidos en él, llenándolo con la música de sus canciones.
Un acceso igualmente bondadoso nos es concedido aun por el Rey de los reyes, y de día y de noche su oído está atento a nuestra llamada y su ayuda está al alcance de todos los que acuden a Él. Pero de todos los hombres los más bienaventurados son aquellos que han encontrado en la tierra una felicidad dentro de la cual toda falta es olvidada, y descansan tan confiadamente en los brazos de su Padre que sus peticiones se remplazan por alabanzas sin fin. ¡Gozan siempre del Señor!