La semana pasada se cumplió un aniversario más del fatídico día en que las Torres Gemelas sufrieron un execrable ataque terrorista.
Justamente, a raíz de este hecho, intentando entrar a mi tiempo de meditación en la Palabra me encontré con un artículo en el cual se destacaba una historia realmente conmovedora desde una óptica espiritual. Considero que entre todas ellas esa era la que más destacaba e impresionante.
Me refiero a la experiencia de Frank Silecchia quien en ese entonces se desempeñaba como experto en estructuras de hierro. Su misión en esos momentos era recuperar los cuerpos de las víctimas del trágico ataque demencial, así que luego de dos días de la tragedia, mientras desarrollaba esa función, pudo notar que curiosamente se erguían dos vigas de acero en forma de cruz en posición vertical en medio de los escombros.
Esa cruz, una vez "adecuada y mínimamente retocada", fue instalada en el Memoriam & Museum de la Zona Cero de la ciudad de Nueva York, como un homenaje a las víctimas que murieron en las torres gemelas del World Trade Center, convirtiéndose así en un símbolo emblemático para todos aquellos que perdieron a sus seres amados en aquel fatídico 11 de setiembre de 2001.
Ya han pasado los años, y Frank a menudo lleva a los desconsolados visitantes de la Zona Cero a ver este asombroso símbolo. Un día la conocida periodista Barbara Walters acudió con algunos amigos que habían perdido a un hijo en la tragedia, y Frank los guió a la cruz en la cual ellos pudieron encontrar consolación. El Reverendo Brian Jordan dio una explicación al hecho: "Nosotros lo interpretamos como una cruz porque estábamos en una necesidad desesperada de algún tipo de consuelo, apoyo, bálsamo y esta cruz nos lo dio".
De esta manera, se aprecia que ante la adversidad y las muchas interrogantes que no se podrán ser contestadas con un argumento filosófico o un ensayo teológico, la cruz emerge como una respuesta de nuestras dudas e inquietudes.
Sin embargo, si bien esta es una hermosa historia que fortalece nuestra fe como cristianos, en medio del dolor y la muerte; también debemos de reconocer que la cruz produce dos reacciones en el ser humano: la aceptación o la repulsión del hombre.
La aceptación se percibe con la reacción positiva que muchos grupos de la comunidad estadounidense han demostrado cuando la cruz fue colocada en la Zona Cero. La repulsión o rechazo se ha evidenciado cuando la entidad American Atheists, en nombre de los ateos del país, presentó una demanda federal alegando que la presencia de la cruz era inconstitucional. El fundamento de dicha organización es que los ateos estarían "sufriendo daños físicos y emocionales ante la mera presencia de la cruz, con síntomas como dolores de cabeza, indigestión, incluso dolor psicológico".
Este hecho nos hace recordar lo que el apóstol Pablo escribía a los Corintios, en su primera carta:
1 Corintios 1:22-24 "Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios".
El apóstol da cuenta que cuando el mensaje de la cruz era predicado causaba diversas reacciones en los oyentes:
1.- Si eran judíos los que escuchaban, la reacción de ellos hacia el mensaje de la cruz era "tropezadero" (en griego σκάνδαλον (skandalon) = tropiezo, escándalo, ofensa);
2.- Si eran gentiles los receptores del mensaje ellos consideraban que éste era una "locura" (en griego μωρία (moría) = bobería, insensatez, locura).
Para los judíos un escándalo y para los gentiles una insensatez. No nos debería de causar sorpresa pues la crucifixión era una forma de morir cruel y vergonzosa. Los romanos guardaban la crucifixión para los peores criminales.
3.- Pero la otra reacción era la que observaban aquellos que habían sido llamados. Esta reacción se caracterizaba por reconocer que en la cruz había sido crucificado el Ungido de Dios, el Poder de Dios, el Cordero de Dios que borraba los pecados del mundo. ¡Amén!
Hoy, en pleno siglo XXI, las reacciones hacia el mensaje de la cruz siguen siendo las mismas: repulsa o admiración. ¿Cuál es tu reacción ante la cruz?... ¿Ofensa, escándalo o es una tontería? ¿O es para ti la cruz el lugar en donde Jesucristo murió como sacrificio tomando tu lugar para que todos tus pecados fueran perdonados y seas así libre de condenación eterna?. Recuerda que la salvación no es por obras sino por FE.
En cuanto a la situación planteada líneas arriba, el Centro Americano para la Ley y la Justicia ha solicitado ante el Tribunal del Distrito de Nueva York que se desestime la demanda presentada por el grupo ateo alegando que la decisión de incluir la cruz es un ejercicio legítimo de la libertad de expresión y no representa ninguna violación legal.
Recordemos lo que escribió el apóstol Juan ya en su ancianidad:
1 Juan 4:3 "y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo".
Hombres como sacerdotes de nuestros hogares enseñemos todo esto a nuestra familia. Los tiempos cada vez se están ajustando, pero antes Jesucristo viene por su Iglesia para disfrutar todos de la gran Cena del Cordero. ¡Si Señor ven pronto!
Publicado por Ps. Félix Jara
El apóstol da cuenta que cuando el mensaje de la cruz era predicado causaba diversas reacciones en los oyentes:
1.- Si eran judíos los que escuchaban, la reacción de ellos hacia el mensaje de la cruz era "tropezadero" (en griego σκάνδαλον (skandalon) = tropiezo, escándalo, ofensa);
2.- Si eran gentiles los receptores del mensaje ellos consideraban que éste era una "locura" (en griego μωρία (moría) = bobería, insensatez, locura).
Para los judíos un escándalo y para los gentiles una insensatez. No nos debería de causar sorpresa pues la crucifixión era una forma de morir cruel y vergonzosa. Los romanos guardaban la crucifixión para los peores criminales.
3.- Pero la otra reacción era la que observaban aquellos que habían sido llamados. Esta reacción se caracterizaba por reconocer que en la cruz había sido crucificado el Ungido de Dios, el Poder de Dios, el Cordero de Dios que borraba los pecados del mundo. ¡Amén!
Hoy, en pleno siglo XXI, las reacciones hacia el mensaje de la cruz siguen siendo las mismas: repulsa o admiración. ¿Cuál es tu reacción ante la cruz?... ¿Ofensa, escándalo o es una tontería? ¿O es para ti la cruz el lugar en donde Jesucristo murió como sacrificio tomando tu lugar para que todos tus pecados fueran perdonados y seas así libre de condenación eterna?. Recuerda que la salvación no es por obras sino por FE.
En cuanto a la situación planteada líneas arriba, el Centro Americano para la Ley y la Justicia ha solicitado ante el Tribunal del Distrito de Nueva York que se desestime la demanda presentada por el grupo ateo alegando que la decisión de incluir la cruz es un ejercicio legítimo de la libertad de expresión y no representa ninguna violación legal.
Recordemos lo que escribió el apóstol Juan ya en su ancianidad:
1 Juan 4:3 "y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo".
Hombres como sacerdotes de nuestros hogares enseñemos todo esto a nuestra familia. Los tiempos cada vez se están ajustando, pero antes Jesucristo viene por su Iglesia para disfrutar todos de la gran Cena del Cordero. ¡Si Señor ven pronto!
Publicado por Ps. Félix Jara
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