Hace unos días tuve la oportunidad de acceder a información relacionada con los efectos nocivos causados por los fenómenos meteorológicos en el mundo, quedando sorprendido por lo que está ocurriendo en nuestro planeta.
Por ejemplo, según la Organización Meteorológica Mundial, los 13 años más calurosos que haya conocido el planeta desde que existen registros de temperatura (año 1850) se concentraron en los últimos años 15 años, es decir ahora nomas. Este organismo advierte que los indicadores muestran que el calentamiento del planeta continúa: temperaturas altas, deshielos en el Ártico, olas de calor, entre otros; agrega que la temperatura media del último decenio (2002-2011) fue de 0,46°C, que es superior a la media a corto plazo.
Además, encontramos que el índice de riesgo climático global de la ONG alemana German-watch divulgado en el COP17, contenía una clasificación de los 10 países más perjudicados por fenómenos metereológicos extremos que están sufriendo AHORA:
Con relación a esta problemática mundial, el 28 de noviembre en la ciudad de Durban (Sudáfrica), se ha dado inicio a la
XVII Conferencia Cumbre sobre Cambio Climático COP17. La conferencia congrega en el International Conference Center a 20,000 delegados y observadores de casi 200 países para abordar temas relacionados a la gran amenaza del planeta que representa el cambio climático, lo que durará hasta el 9 de diciembre.
Uno de los principales objetivos de la Conferencia de Durban, es avanzar en la renovación del
Protocolo de Kioto, siendo unos de los problemas más urgentes porque el primer periodo de compromiso del acuerdo se vence indefectiblemente a finales de 2012. Este Protocolo fue acordado en el año 1997, y obliga sólo a 37 naciones industrializadas y a la Unión Europea a recortar sus emisiones en un 5% con respecto al año 1990 en el periodo 2008-2012.
Sin embargo, al parecer es casi una misión imposible mantener un consenso sobre Kioto, que abarque la mayor parte de las emisiones de gases causantes del efecto invernadero que se registran en el planeta. Antes del inicio de la Conferencia, ya existían posturas que dividen entre las naciones en desarrollo o con economías emergentes -lideradas por China e India- y de las desarrolladas, como Japón.
China e India (primer y tercer emisor de dióxido de carbono) afirman que las naciones desarrolladas son las responsables históricas del cambio climático, y son ellas las que tienen que contribuir más en la solución del problema, con acuerdos vinculantes. De otro lado los EE.UU. -país que ocupa el segundo lugar en emitir CO2 en el mundo- se mantiene sin ratificar el Protocolo.
Para el Protocolo el panorama se nubla aún más, luego de que Canadá ha manifestado que ese acuerdo es "cosa del pasado", sin confirmar ni desmentir la noticia que habla de que este país anunciaría su retirada formal del acuerdo al final de este año.
Al cierre de la primera semana de trabajo, se sabe que los países en desarrollo creen imprescinbible que las economías occidentales aprueben el segundo periodo, mientras Rusia, Japón y Canadá no quieren renovar el tratado si competidores comerciales como China, India y E.UU. no asumen compromisos similares.
Hay otro tema que se ha tornado candente, es la puesta en marcha de un Fondo Verde para el Clima aprobado en la reunión de Copenhague 2009 que establecía el compromiso de "proporcionar a los países en desarrollo para adaptación y mitigación 30,000 millones de dólares para el periodo 2010-2012 a disposición de los países en desarrollo, y 100 mil millones de dólares anuales a partir del 2020" en el uso de de energías más limpias y combatir el cambio climático.
El Comité de Transición que fuera establecido en la Cumbre de Cancún (COP16) ha trabajado durante el presente año en la implementación del Fondo, sin embargo diferencias con relación a la estructura y dirección del mismo, ha impedido un acuerdo antes de la reunión en Durban, negándose los EE.UU. y Arabia Saudí a suscribir el texto final del Comité.
Esta segunda semana será decisiva en la Cumbre, por eso es que miles de personas han desfilado ayer sábado frente a la sede de la reunión para exigir a los países negociadores "justicia climática", y medidas más contundentes para salvar el planeta.
En principio, quizás esta información a muchos como a mí, nos podría pasar por desapercibida, pues de repente no nos afecta en un mayor escala, pues en nuestras ciudades aún no se sufre o no son tan evidentes los efectos climatológicos, además estamos concentrados en el batallar de la vida diaria que estas cosas, en cierto modo podrían esperar. Sin embargo, es importante tomar conciencia de lo que realmente esta ocurriendo pues en medio se encuentran nuestras futuras generaciones.
Antes de concluir con este artículo, es bueno recordar lo que en el libro del Génesis se registra con relación a este tema, cuando Dios le encarga al hombre Adán, y con esto a la humanidad, una gran responsabilidad administrar la Tierra que Dios había creado:
Gen 1:27-28 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Si bien, la primera de las funciones dadas por Dios al hombre la hemos cumplida: "
Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla,...", no podemos decir lo mismo del resto:
"y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra". A lo largo de la historia de la humanidad se ha demostrado que en términos generales, no hemos sabido ser BUENOS ADMINISTRADORES O MAYORDOMOS de la creación que Dios nos encargó, pues no lo estamos haciendo con responsabilidad.
Calvin B. De Witt, creador de la Red Ambiental Evangélica, afirma que existen siete degradaciones de la creación:
Alteración del intercambio energético de la tierra apreciada en la capa de ozono, degradación del suelo, degradación de la calidad de agua, deforestación y destrucción del habitat, extinción de las especies, toxificación global, degradación humana y cultural.
¿Ante este panorama qué debemos hacer?. Es necesario desarrollar una adecuada Mayordomía Responsable basada en dos columnas y conceptos importantes:
- Que dominar la tierra significa guardarla y cuidarla.
- Que ser mayordomo es cuidar , administrar y preservar con sabiduría lo que Dios nos ha encargado: la tierra.
Asimismo, es importante establecer en nuestras mentes y corazones, que el Principio de la Mayordomía de la Creación es reconocer que Dios es el creador de la naturaleza.
Mientras tanto, que hacemos nosotros como Iglesia del Señor aquí en la Tierra. Por muchos años hemos vivido de espaldas a la realidad del mundo secular, se ha optado por recluirnos en el templo, atendiendo a la necesidad espiritual del hombre, obedeciendo a la Gran Comisión que nos encargó Nuestro Señor, y está bien hacerlo. Pero nos olvidamos del mandato dado en Génesis por el Señor al hombre (incluida la Iglesia): la responsabilidad de guardar y cuidar su creación.
Como Iglesia de Dios, tenemos mucho que decir al respecto, por eso debemos de asumir un rol más protagónico, y ser Su voz, para un mundo que en muchos casos, guiado por la soberbia y el orgullo, y en otros por ignorancia está descuidando el hogar donde vivimos. El Señor nos lo demandará.
Por lo pronto, como medida inmediata, como líderes de Iglesia deberíamos tratar temas desde los púlpitos relacionados a nuestra responsabilidad como hombres en el cuidado de la naturaleza, animar e instruir a la grey a que como padres enseñemos a nuestros hijos a cuidar el agua, a plantar especies árboreas, a amar a los animales, a botar la basura en tachos apropiados y no en el suelo, a ahorrar en el consumo de energía, a que cuidar la naturaleza, entre otros aspectos.
Hay mucho que decir al respecto, se nos ha queda mucha tinta en el tintero, y como este tema nos apasiona pronto volveremos a tocarlo. Además consideramos que es nuestra responsabilidad como Iglesia el difundir los principios bíblicos para el cuidado de la TIERRA, pues es nuestra obligación como hombres ser BUENOS ADMINISTRADORES de Su creación.
Pastor Félix Jara