Mientras preparaba un tema para matrimonios relacionado a los Enemigos del Matrimonio los cuales se oponen a esta institución creada por Dios, me encontré con un artículo de título metafórico, por cierto muy sugestivo, se denominaba "Las siete termitas del matrimonio".
Inmediatamente, mi mente viajó a 1000 años luz, y traté de imaginarme a éstos insignificantes insectos pero cuyo accionar deja estragos en todo mueble de madera que le pone en su camino. Quería saber de ellas y porque las podemos relacionar con la destrucción de nuestros matrimonios. De hecho todos sabemos como es una termita, pero ¿Cómo actúa? ¿Cómo puede ser que un bicho tan diminuto e "inofensivo" pueda destruir hasta casas de muchos pisos?. Así que investigamos algo, y éstos son los resultados.
Las termitas se alimentan de la celulosa contenida en la madera y sus derivados. Por sí mismas, nos son capaces de digerir la celulosa, pero pueden aprovechar sus nutrientes gracias a la degradación que hacen de la celulosa que realizan los protozoos que viven en simbiosis dentro del aparato digestivo de las termitas obreras.
Estos insectos atraviesan cualquier cosa para poder estar enfrente de la madera, incluso el hormigón si es preciso, mediante una técnica ingeniosa (aunque actúan por instinto): aprovechan las juntas del hormigón para atravesar muros supuestamente infranqueables o desgranan el material llegando hacer galerías para alcanzar su objetivo.
Las vigas de las construcciones pueden ser consumidas totalmente pudiendo presentar un aspecto exterior normal pero en su interior están siendo carcomidas y horadadas en silencio, sin que nadie perciba del daño ocasionado... así sucede en el caso de muchos matrimonios, pues hay "termitas" que poco a poco, silenciosamente, están carcomiendo por años nuestra relación matrimonial.
Con sus mandíbulas quitinizadas pueden ocasionar derrumbes en los edificios pudiendo ingerir madera a un ritmo impresionante pues son los comedores de madera más veloces dejando el interior de los muebles o edificaciones huecos en una semana. Esto sucedió en un edificio de ocho pisos en la ciudad de San Francisco. En Miami quedaron destruidas 17 casas en diez días pues las construcciones estaban hechas al 100% de madera. En siglos pasados estos "pequeños monstruos" han arruinado a más de 11,000 comerciantes, ocasionando daños pérdidas a museos y en tiendas de antigüedades.
Así como sucede en las edificaciones con las termitas, son las cosas pequeñas que corroen nuestros matrimonios lo van socavando hasta que al final quedan huecos y vacíos, y son destruidos. No son las cosas grandes que deterioran nuestra relación de pareja, pues al contrario los problemas graves la fortalecen, como la pérdida de trabajo, enfermedad, la muerte de un familiar.
Las cosas pequeñas se constituyen en goteras son ellas las que están carcomiendo nuestra vida conyugal hasta que finalmente nos separamos. Son termitas invisibles que van destruyen nuestro matrimonio sin que nos demos cuenta, sólo vemos sus efectos cuando casi siempre ya no hay remedio.
Por eso vital que identifiquemos "las termitas en nuestras casas" pues son los Enemigos de nuestra relación matrimonial.
Aunque es difícil detectar a todas, pues hay miles detalles, les presentamos algunas "termitas". La idea es poder revisar como se encuentra "nuestra casa" y si es necesario hacer una fumigación urgente, antes de que sea demasiado tarde, y ya no hay remedio. Aquí las tienen ¿con cuáles te identificas?
1.- El desorden. El caos reinante en el hogar por culpa del desorden del otro.
2.- La Era del Hielo. La carencia de comunicación.
3.- Las ironías. Las palabras indirectas, ya sea en privado o en público, hieren y van matando el amor.
4.- La rutina. La vorágine cotidiana nos sumerge en una espiral, como un remolino, que no tiene cuando parar.
5.- La vidas paralelas. La separación prolongada por diversos motivos quitan el tiempo y no dejan compartir momentos especiales.
6.- La aceptación del ser hombre y ser mujer. El matrimonio está compuesto por dos seres diferentes: hombre y mujer con son complemento pero que tiene visión y voluntad diferentes.
7.- Las expectativas. El matrimonio está siendo idealizado. La sociedad está estereotipando a la unión de pareja a través de la televisión, cine, internet, etc.
8.- La confusión. Creemos que nuestro cónyuge quiere lo mismo que nosotros, así que vivimos confundidos y nos dejamos llevar por esa opinión.
9.- El exceso de trabajo. El exceso de ocupaciones nos hace perder tiempo con la pareja.
10.- La insensibilidad. Nos volvemos insensibles a las circunstancias del hogar y nos sentimos rechazados, nos cerramos emocionalmente y buscamos fuera del hogar a alguien que sea sensible.
11.- La obstinación. Esta termita transforma la santidad del matrimonio en un laberinto sin salida. Pensamientos como "no pienso ceder", "esto es lo que quiero y lo voy a conseguir a como de lugar" demuestran nuestro sentimiento de obstinación.
Recuerda lo que el salmista dice en el Salmo 127:
Salmo 127:1 "Si el Señor no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican, si el Señor no guardare la ciudad, en vano vela la guardia".
Ps. Félix y Elizabeth Jara
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