Salmo 145:2 Todos los días te bendeciré, y alabaré tu nombre eternamente y para siempre
Según la leyenda, hubo cierta vez, un rey tan preocupado por el bienestar de sus súbditos que colocó en las puertas del palacio un tambor para que cualquiera que tuviese alguna necesidad o hubiera sufrido una injusticia pudiera tocar el tambor, e inmediasamente, de día o de noche, el rey le concedería una audiencia al suplicante.
Pero existía tal prosperidad y contentamiento, a través del reino, que nadie necesitaba recurrir al tambor y las aves construyeron sus nidos en él, llenándolo con la música de sus canciones.
Un acceso igualmente bondadoso nos es concedido aun por el Rey de reyes, y de día y noche su oído está atento a nuestra llamada y su ayuda está al alcance de todos los que acuden a Él.
Pero de todos los hombres los más bienaventurados son aquellos que han encontrado en la tierra una felicidad dentro de la cual toda falta es olvidada, y descansan tan confiadamente en los brazos de su Padre que sus peticiones se reemplazan por alabanzas sin fin. Gozan siempre en el Señor.
Mark Guy Pearse
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¿Y tú tocas día y noche tu tambor? Si no lo haces ten cuidado, no permitas que las aves construyan un nido en él como lo cuenta la leyenda.
Descansa confiadamente en los brazos de tu Padre y reemplaza tus peticiones por alabanzas sin fin. Gozate siempre en el Señor!
Recuerda lo que escribe el salmista:
Salmo 37:4 "Pon tu delicia en el SEÑOR, y El te dará las peticiones de tu corazón".
Ps. Félix Jara
Salmo 37:4 "Pon tu delicia en el SEÑOR, y El te dará las peticiones de tu corazón".
Ps. Félix Jara
Mark Guy Pearse (1842-1930). Fue predicador metodista, profesor y autor de muchos libros. Estudió medicina pero la dejó para dedicarse al estudio de la teología. Publicó más de 40 libros, y al menos un número igual de cuadernillos, folletos y artículos los cuales fueron muy difundidos en el mundo.
Su libro "Daniel Quorm and his Religious Notions" fue leído por todos los niveles de la sociedad de la época.
Que Dios te bendiga!
(*) La idea de este espacio es recordar a siervos de Dios que dejaron un legado espiritual a las nuevas generaciones de cristianos hasta nuestros días. Sería una ingratitud no hacerlo y olvidarlos.
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