<h1>El hombre olvidado en la Navidad</h1>

Estamos a pocas horas de la celebración de la Navidad, aunque sabemos que Jesús no nació en esta fecha, no es nuestro deseo entrar en disquisiciones teológicas.

Lo que queremos hablar hoy, es de un Hombre que a menudo en estas celebraciones nos olvidamos. No queremos referirnos a Aquel que siendo Dios se hizo hombre, aunque a menudo lo hacemos, sin embargo ya muchos en nuestras iglesias han tomado conciencia y tienen muy en claro que la centralidad de la Navidad es Jesucristo.  

Nos estamos refiriendo, en este caso a JOSÉ, el hombre en quien Dios depositó su confianza dándole la gran responsabilidad de desempeñar el papel de padre terrenal de Jesús, para que le diera el amor, la enseñanza, el cuidado y el ejemplo.

Y en verdad, a estas alturas como que José viene a ser el hombre olvidado en la historia de la Navidad. Sin embargo, con su participación se constituye en uno de los elementos más importantes en el cumplimiento del plan salvífico de Dios para la humanidad.

Si investigamos las Escrituras encontraremos a un José justo, recto, compasivo, protector y valiente. Pero lo que más destaca de su personalidad es su obediencia. Y es cierto, cuando el ángel le dice que tomé a María como a su esposa, el obedeció, a pesar de que estaba embarazada no de él, y de las consecuencias sociales y culturales que en ese tiempo esto representaba. Observa lo que describe mateo en su Evangelio:

Mateo 1:24  Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.

En otra situación de la vida de José, apreciamos una vez la obediencia de nuestro personaje. Y es cuando el ángel le dijo que huyera a Egipto con María y Jesús, pues corrían peligro de ser arrestados y asesinados por Herodes.

Mateo 2:13-14  Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo. Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto.

Entonces, vemos que si bien María fue escogida entre todas las mujeres para llevar en su vientre al Hijo de Dios, también José fue elegido para cuidarla y amarla, a pesar de los usos y costumbres de la época; siendo un buen esposo y buen padre en el tiempo que le tocó hacerlo.

De esta manera, José se constituye en un ejemplo para todos los hombres a quienes Dios les ha concedido la gran responsabilidad de ser esposos y padres, esto es amar y velar por nuestras familias; no sólo en el hecho de ser sustentadores y proveedores, sino servidores y/o ministradores del hogar.

Te has preguntado los siguiente:
¿Qué es lo que está Dios pidiéndote el día de hoy?, ¿o quizás te lo está pidiendo hace ya mucho tiempo?.
¿Cuál es tu respuesta Cómo a la voluntad de Dios para tu vida?
Es bueno que reconozcas que una de las demostraciones que deberíamos evidenciar del amor nuestro a Dios, es definitivamente la OBEDIENCIA.

Así que cuando pienses en Navidad, piensa también en José, el hombre olvidado de la Navidad.

Que tengas una hermosa Noche Buena y un Año Nuevo lleno de las bendiciones y que la Gloria de Dios sea una realidad en tu hogar.

Publicado por Ps. Félix Jara