Cuando DIOS quiere instruir a un hombre o a una mujer
estremecerle, experimentarle.
Cuando DIOS quiere moldear a un hombre o a una mujer
para que juegue el papel más noble.
Cuando anhela de todo corazón
crearle tan grande, audaz y valiente
que todo el mundo se asombre,
observa Sus métodos, observa Sus caminos.
Despiadamente perfecciona
al que regiamente elige!
Le trilla y le martillea
y con fuertes golpes lo forja.
Forma el barro, y lo atiende
como sólo DIOS entiende.
Mientras que el atormentado
implora y llora arrodillado.
ÉL le dobla, no le quiebra,
porque por su bien emprende
todo plan para moldearlo
y con Su poder usarle.
Su designio es infundirle
un deseo inconfundible
de probar Su esplendor.
ÉL lo ama y le complace
ver su fin de cada fase.
¡Sí DIOS sabe lo que hace!
Jer 18:4-6 "La vasija que estaba haciendo se estropeó como barro en manos del alfarero, y éste volvió a empezar, trasformándolo en otra vasija diferente, como mejor le pareció al alfarero. Entonces me fue dirigida la palabra del Señor en estos términos: ¿No puedo hacer yo con vosotros, casa de Israel, lo mismo que este alfarero? - afirma el Señor. Mirad que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, casa de Israel".
Dicen los entendidos en la materia que para que un montón de barro llegue a ser una vasija hermosa y útil debe de pasar por el siguiente proceso:
- Primero el alfarero toma un montón de barro amorfo y comienza a golpearlo y a moldearlo, ablandándolo poco a poco con agua.
- Si se le daña la forma que le está dando a la pieza o no le gusta como va quedando el alfarero ¡la rompe y la vuelve a hacer de nuevo!, hasta que adquiere la forma deseada.
- Después que la da la forma que desea lo pone en un horno bien caliente.
- Al tiempo, cuando la pieza de alfarería esta seca, la saca y la pone en una repisa para que se enfríe.
- Tan pronto como la pieza está fresca, el artista, la comienza a cepillar y a pintar su obra.
- Luego que termina de pintar su obra, la pone en un horno mucho mas caliente que el primero.
- Por último, y luego de una hora aproximadamente, vuelve a sacar la pieza y la coloca en una repisa, ya lista para ser apreciada, está completamente terminada.
Es verdad, así trabaja el Señor con aquellos a quienes ama. Somos como vasijas de barro en sus manos, a quienes pone en la rueda, y les va dando vueltas, quitando toda piedra o elimando toda malformación hasta terminar con el proceso. ¿cuál es el próposito?, quitar todo aquello que impide que seamos vasijas útiles para Su honra.
¿Estás pasando por el proceso de la vasija en estos momentos? ¡ánimo el está trabajando en tu vida!. Muy pronto te estarás en la vitrina
¡Llegarás a ser UNA HERMOSA VASIJA DE ORO PARA EL SEÑOR!
Que el DIOS de toda carne bendiga a ti y tu familia, no te desanimes serás una vasija para la honra del Rey de Reyes y señor de señores.
Félix Jara
Félix Jara
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