La unión matrimonial no
se mide por los años felices que los dos pasaron juntos, sino por la capacidad
de mantenerse firmes en tiempos de tormentas, dolor y dificultades.
Pero eso sólo se da
cuando los dos tomados de la mano deciden luchar juntos por el hogar que Dios
les ha dado. Sin embargo, cuando uno de ellos no tiene TEMOR DE DIOS y carece de SENTIDO DE TRASCENDENCIA, cualquier esfuerzo resultará inútil.
Por eso, hombre o mujer, recuerda que AMAR ES UNA DECISIÓN y que DIOS NO PUEDE SER BURLADO, pues todo lo que el hombre sembrare eso también segará.
Gálatas 6:7 No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará.
Hazlo por los hijos que Dios te ha dado, y por tus generaciones futuras que serán bendecidas por las decisiones que tomes ahora.
Que Dios bendiga a ti y tu familia y a tus generaciones.
Ps. Félix y Eli Jara
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