Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela.
Salmo 63:1
Salmo 63:1
En este mundo donde existen tantas cosas para perturbar nuestro espíritu ¡cuán necesario es ese ingreso en el secreto del pabellón de Dios, lo único que nos devolverá la serenidad y la paz!.
En este mundo donde hay tanto para entristecernos y desalentarnos ¡cuán bendita es la comunión con Aquel en quien mora la fuente verdadera de todo gozo y dicha sin fin!.
En este mundo donde tantas cosas tratan de apartar nuestros espíritus de Dios, de dejarlos profanos y vulgares ¡cuán grande es el privilegio de poder consagrarlos de nuevo en oración a Dios y a la santidad!
(Dublín, 9 de septiembre de 1807 - Londres, 28 de marzo de 1886). Arzobispo anglicano, poeta, lexicógrafo e hispanista irlandés.
ALBORADAS DE BENDICION
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