Esta es una historia de la vida real ocurrida en el siglo XXII en Francia. Se cuenta que un astrólogo había siso condenado a muerte por haber anunciado desventuras y desgracias al reinado de Luis IX de Francia. Naturalmente, y por su condición, no tenía derecho a una defensa por un abogado, así que encontró una manera inteligente de defenderse a sí mismo.
Así que pidió una audiencia al Rey. Una vez al frente del monarca, le dijo: "¡Majestad, he leído también en los astros que Su Majestad morirá exactamente tres días después que yo!.
La respuesta del Rey fue inmediata, pues mandó a cancelar enseguida la pena de muerte.
En esta historia encontramos algunas enseñanzas. La primera es que más vale sabiduría que todo el conocimiento que una persona pueda tener. La segunda, y lo más importante, es que sabemos que nuestro futuro no se encuentra en las manos de los astrólogos ni de los horóscopos, sino en las manos de Dios.
Recuerda que Dios abomina el acto de consultar a los adivinos, chamanes, horóscopos, o gente que se encuentra dentro de la brujería.
Ya sabes, enseña estas verdades a tus hijos para que no hereden errores que los padres cometen por desconocimiento e ignorancia, o aún a sabiendas que no es correcto delante de los ojos de Dios. Así guardarás tu casa de la influencia de las tinieblas.
¡Jesucristo es la luz del mundo!
Félix Jara O.
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