EL PACTO DE DIOS

EL PACTO DE DIOS: "El Señor te pastoreará siempre, en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos, y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca se agotan. Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas, los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de muros caídos, restaurador de casas en ruinas" Isaías 58.11-12

viernes, 4 de enero de 2013

La oración del ministro

Dios, mi maestro, debo predicar hoy,
pero me dirijo débil y necesitado
a la realización de mi tarea;
sin embargo, anhelo que la gente pueda ser
edificada por tu verdad divina,
y ser capaz de sostener ante ellos
un testimonio honesto.
Concédeme asistencia al predicar y al orar
con el corazón elevado por la gracia y la unción.
Obsequia a mi vista objetos pertinentes a mi tema,
con plenitud de contenido
y claridad de pensamiento,
expresiones apropiadas, fluidez , fervor,
sensibilidad a las cosas que predico,
y gracia para aplicarlos a la conciencia de los hombres.
Mantenme en todo tiempo consciente de mis defectos,
y no permitas que me gloríe orgullosamente
sobre mi actuación.

Ayúdame a ofrecer testimonio de ti,
y a dejar a los pecadores sin excusa
para rechazar tu misericordia.
Dame la libertad de abrirme
a los dolores de tu pueblo,
y de ofrecerles reflexiones consoladoras.
Asiste con poder a la verdad predicada,
y despierta la atención de mi audiencia si está perezosa.
Que tu pueblo pueda ser renovado, enternecido,
persuadido, confortado;
ayúdame a usar los argumentos más sólidos
derivados de la encarnación
y los sufrimientos de Cristo,
que hacen santos a los hombres.
Yo mismo necesito tu apoyo,
consuelo, fuerza y santidad,
para ser un canal puro de tu gracia,
y ser capaz de hacer algo para ti.
Dame la renovación entre tu pueblo,
y ayúdame a no tratar los asuntos excelentes
de manera vana,
a no mantener un testimonio indigno de mi Redentor,
ni ser tosco en el tratamiento de la muerte de Jesucristo,
su designio y su fin, por falta de calidez y fervor.
Presérvame en armonía contigo en la medida
en que realizo mi trabajo.

(*) El autor de este poema es desconocido. Oración que data del siglo XVII d.C., y corresponde al puritanismo inglés. Tomado y adaptado de Cómo adorar a Cristo Jesús de Joseph S. Carrol, Desarrollo Cristiano Internacional.

No hay comentarios: