EL PACTO DE DIOS

EL PACTO DE DIOS: "El Señor te pastoreará siempre, en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos, y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca se agotan. Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas, los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de muros caídos, restaurador de casas en ruinas" Isaías 58.11-12

viernes, 24 de junio de 2011

Amor de Padre

Hace unos días –aquí en Perú- se celebró el Día del Padre, así que ese domingo me vi sumergido entre diarios y títulos, canciones, poesías y noticias alusivas al tema, tales como “ofertas de regalos para papá”, “buscando al mejor papá del año”, “viejo mi querido viejo”, “educando a papá”, entre otros.

En este mar de reconocimiento público a los padres (ya era tiempo, el problema es que sólo es un día al año) vino a mi mente un hecho sucedido hace casi 20 años, el cual suscitó la admiración de todo el mundo, y creo sin temor a equivocarme, que quedará grabado indeleblemente en la retina de aquellos que tuvieron el privilegio de estar presentes, aunque muestras gráficas existen para ventura de los que no estuvimos en el lugar de los hechos.

La historia se remonta al año 1992, en los Juegos Olímpicos de Barcelona, con un atleta llamado Derek Redmond. A mi modo de ver, lo que aconteció con él, se constituye como un hermoso ejemplo de amor de un verdadero padre para con su hijo.

Pero quién fue Derek Redmond?

Derek Anthony Redmond, nació en Buckinghamshire, Inglaterra, el 3 de setiembre de 1965, fue atleta representando a su país en varias competencias internacionales.

En su trayectoria como deportista de competencia alcanzó el record de los 400 metros de Gran Bretaña, ganó la medalla de oro en la carrera 4x400 de campeonatos mundiales, campeonatos de Europa y los Juegos de la Comunidad.

Su carrera como atleta fue muy accidentada, pues estuvo llena de lesiones (18 intervenciones quirúrgicas). Es muy recordado por su actuación en los Juegos Olímpicos de Barcelona, en el año 1992, en donde se rompió el tendón de Aquiles en la semifinal de los 400 metros planos.  Sin embargo, en un impresionante esfuerzo por llegar a la meta, pudo luchar con su dolor, y con la ayuda de su padre logró cruzar la meta, arrancando los aplausos y la ovación de los 65,000 asistentes al estadio olímpico, aunque después fuera descalificado. 


Al respecto, los comentaristas deportivos decían que: "Casi no podía correr, se desplazaba con grandes dificultades, pues el dolor se lo impedía, tocándose la pierna derecha y con el rostro desencajado el atleta intentaba continuar, cuando de repente un hombre mayor, saltó de la décima fila de la grada a la pista olímpica y se puso a su lado para ayudarle a llegar a la meta. El hombre se llamaba Jim Redmond (padre de Derek) a quien Derek se abrazó llorando y apoyado en su hombro consiguió cruzar la meta". 


!Que hermoso ejemplo de amor de un padre! verdad?, en definitiva, es un acto de la vida real que nos muestra de cuerpo entero lo que un verdadero padre es capaz de hacer por su hijo.


Pero, quisiera profundizar en el tema haciendo una pregunta ¿podríamos encontrar un amor de padre más hermoso que éste?

En la siguiente entrada estaremos contestando esta pregunta, muy pronto.

Que el DIOS DE TODA CARNE bendiga a ti y a tu familia.

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