Éxodo 20:3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
Si te hallas amando cualquier placer más que tus oraciones, cualquier libro más que tu Biblia, cualquier hogar más que la casa de Dios, cualquier mesa más que la del Señor, cualquier amigo más que tu Salvador, cualquier persona más que tu alma; cualquier gratificación más que las esperanzas del cielo ¡Ten cuidado!
Guthrie
La historia de la liberación de Israel de tierra de Egipto es apasionante. Desde el extraño hecho de la zarza ardiante que descubre Moisés, la conversación de Moisés con Yahvé, la identificación de Dios a Moisés como el gran YO SOY, las continuas entrevistas entre Moisés y Faraón, las plagas de Egipto, la muerte de los primogénitos, la instauración de la Pascua en el pueblo de Dios, el cruce del Mar Rojo, el milagro del maná, la señal del agua de la roca, entre otros.
Sin embargo, uno de los eventos de mayor connotación es el que ocurrió en el monte de Sinaí, cuando Dios personalmente le entrega a Su pueblo - a través de Moisés - los denominados Diez Mandamientos. Sabido es que los referidos mandamientos se encuentran divididos en dos grupos: Mandamientos relacionados del hombre con Dios y Mandamientos relacionados del hombre relacionados con su prójimo.
Guthrie, justamente se enfoca en el primer grupo, en el mandamiento con el cual Dios ordena a Su pueblo que no adore a otros dioses. Este mandamiento hoy día sigue teniendo vigencia, pues sino podemos tener ya ídolos de barro o de madera o yeso, otras cosas o personas pueden estar ocupando el primer lugar en nuestras vidas, lugar que sólo le debe de corresponder a Él. Éstas se constituyen en ídolos en nuestras vidas, pues idolatría es cuando a cualquier cosa o persona le concedemos el primer lugar de nuestras vidas relegando a Dios.
Es bueno que te preguntes ¿Está ocupando alguna persona el lugar de Dios en mi vida? o ¿Habrás levantado altares en tu corazón al trabajo, al dinero, a tu profesión, a tu esposa, a tus hijos, a tu enamorada, a tu novia, a tu televisión, a la internet a tus cosas materiales, a tu iglesia, el amor al ministerio, a tu pastor? ¿En quién o en que piensas cuando abres los ojos todas las mañanas?
Éxodo 34:14 Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues el Señor, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es.
Recuerda que los mandamientos no son invitaciones que Dios nos ha hecho son mandatos, ordenanzas, normas y reglas para aplicarlas a nuestras vidas.
Ps. Félix Jara
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