EL PACTO DE DIOS

EL PACTO DE DIOS: "El Señor te pastoreará siempre, en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos, y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca se agotan. Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas, los cimientos de generación y generación levantarás, y serás llamado reparador de muros caídos, restaurador de casas en ruinas" Isaías 58.11-12

lunes, 6 de noviembre de 2017

EL COMPROMISO DE OBEDECER PARA MOLDEARNOS



“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado;  sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche” (vv. 1, 2) | 
Salmo 1:1-6

La Biblia proclama el gran poder y la majestad del Señor, al mismo tiempo que revela su inmenso amor y su misericordia. Él es digno de nuestro total sometimiento, pero no siempre lo recibe. ¿Está usted entre los que se rinden a Él sin reservas?

La obediencia absoluta es obedecer a Dios sin importar las consecuencias. Esto significa que hay que obedecer al Señor aun cuando nuestros amigos elijan un camino diferente, o cuando tengamos por seguro el sufrimiento o la humillación. Ver hecha la voluntad de Dios es más importante que nuestro propio bienestar o ambiciones. Dejamos las consecuencias a Dios, y nos aferramos a sus promesas: Él nunca nos desamparará (Dt 31.6) y hace que todo obre para nuestro bien (Ro 8.28).

Fíjese en la palabra “compromiso” en el título de nuestro devocional. No me estoy refiriendo a la obediencia que surge en cierto momento (como cuando pensamos: voy a obedecer al Señor en esta circunstancia), sino del sometimiento como estilo de vida. Poner excepciones al cumplimiento es muy tentador; queremos ser capaces de cambiar de opinión cuando obedecer trastorne nuestro estilo de vida, el resultado final no sea claro, o simplemente estemos asustados. Pero déjeme preguntarle: si Jesucristo es el Señor de su vida, ¿qué derecho tiene usted de ponerle límites a su voluntad?

Los creyentes no tienen el derecho de establecer sus propios límites; su único criterio para tomar decisiones debe ser: ¿Qué quiere el Señor que haga? La obediencia es siempre lo correcto. Obedecer a Dios en todo es el camino más seguro para tener su favor.

-Charles F. Stanley | En Contacto

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